
FRACASO HISTÓRICO
El operativo fallido del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que originó pánico, causó ocho muertes y culminó con la liberación de Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, es un fracaso histórico para el estado mexicano: por primera vez desde que comenzó la guerra contra el narcotráfico, en el 2006, el gobierno quedó arrodillado y totalmente rebasado por el crimen organizado.
El fracaso de López Obrador estriba en la impericia, la falta de coordinación, de inteligencia para organizar un operativo de seguridad, como en su momento lo hizo el gobierno de Calderón y Peña Nieto, quienes lograron la detención exitosa de líderes del crimen organizado, entre los que destaca el mismísimo Chapo Guzmán.
Si bien el gobierno de AMLO afirmó que la guerra contra la delincuencia organizada ya terminó, la realidad es que la violencia sigue imparable, aumentando más cada día, por lo que no han parado las masacres y asesinatos, sin importar que retóricamente se diga lo contrario.
Lamentablemente, se continúa con una estrategia de objeticos prioritarios, dictados desde la DEA de Estados Unidos, como lo hacían los otros gobiernos, pero ahora sin la efectividad, experiencia y eficiencia que en el pasado. ¿A qué se debió el fracaso en el operativo de Culiacán?
Resulta revelador, en ese sentido, las declaraciones del secretario de la Defensa Nacional, Crescencio Sandoval, quien afirmó que se “desestimó la capacidad de respuesta de la organización delictiva”. Lo anterior demuestra que hubo una deficiencia seria, ya sea en la generación de inteligencia o en su incorporación en la parte operativa.
Por otro lado, falló lo comunicación y coordinación interinstitucional. ¿Por qué no participó la Marina, como sí lo hizo en otros operativos exitosos? Nueva cuenta, las declaraciones del secretario de la Defensa dan luz al respecto, por lo que parecemos que en Culiacán hubo una fractura de la cadena de Mando.
El general afirmó en la conferencia del viernes pasado que “el grupo responsable de esta acción policiaca, en su afán de obtener resultados positivos, actuó de manera precipitada”. Por lo tanto, al actuar de esa manera, demuestra que el oficial a cargo del operativo en Culiacán no solicitó autorización a sus superiores para iniciar la acción o, en algún momento, se interrumpió la comunicación entre los elementos que instrumentaban el operativo. Cualquiera que sea el motivo, todo se originó por una mala planeación.
Ahora bien, si el gobierno de la 4T no tiene la capacidad, experiencia y eficiencia operativa para ir contra objetivos prioritarios del crimen, sin generar pánico y muertes, entonces se debe replantear la estrategia de lucha.
Hasta el momento no han dado resultado los programas de jóvenes construyendo el futuro, sino que a contrario los 10 meses del gobierno de Andrés Manuel se han registrado 29 mil 629 muertes violentas, relacionadas con el crimen organizado. La semana pasada murieron 14 policías en Aguililla, en una emboscada por grupos de la delincuencia, y al día siguiente una decena de pistoleros fueron asesinados por un comando militar. Así la violencia en los tiempos de la 4T.
El problema, lo que indigna, es que mientras el gobierno fracasa y muestra impericia para contener al crimen, en la negociación con grupos disidentes, francos delincuentes que roban camiones y secuestran a choferes, el gobierno los premia con plazas docentes. Estamos, pues, a la merced de quienes no respetan la ley.
DOS PUNTOS
La Construcción del C5I será clave para mejorar el trabajo de inteligencia de los cuerpos policiacos. Se trata de una inversión cercana a los 800 millones de pesos, por lo que será fundamental su operación para mejorar los índices de seguridad en el estado.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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