EL PROCESO PERFECTO
Dado que los “procesos” del balompié nacional no se miden en cuanto a objetivos, sino en lapsos mundialistas, el presente de José Manuel “Chepo” De la Torre se muestra como indulgente, una vez que se toman en cuenta más los resultados –obviando convenientemente las desastrosas derrotas de la Copa América-, que los avances significativos de la selección nacional.
El equipo mexicano que ha pasado 14 partidos sin conocer la derrota, lastimosamente poco tiene que aportar al actual proceso mundialista, donde siguen destacando sólo algunos jugadores en lo individual, y donde el funcionamiento general se ve marcado por los caprichos de un técnico nacional que le da gran preponderancia a los lazos emocionales.
Partiendo de ahí, es la forma como encontramos a un Alfredo Talavera en la titularidad del arco nacional, cuando está a años luz de otros cuatro o cinco porteros mexicanos que le superan en cualidades, con creces.
El problema no va enteramente por ese tenor. Las perfidias en el combinado nacional son muchas y constantes. Desde jugadores vetados por indisciplina, hasta futbolistas que son llamados para jugar en otra posición a la que lo hacen en sus clubes.
José Manuel De la Torre lleva un “proceso perfecto”, dicen los resultados. No ha conocido la derrota, le ha ganado al rival más temido del área, que es Estados Unidos, pero en las consecuciones de sus triunfos están gestas de hombres y nombres que se repiten una y otra vez: Javier Hernández, Andrés Guardado, y en ocasiones, Giovani.
Del estilo, poco se puede decir. El “otro” grave problema del balompié nacional es que cada técnico juega como quiere, como su Biblia se lo da a entender, o como su promotor se lo dicte; quizá es por eso que vemos a un jugador como el “Hobbit” Bermúdez enfundado temerosamente en la casaca verde, cuando su físico le da para competir en el balompié nacional, pero se pierde cuando conoce el mundo tal y como es.
Brasil 2014 es el objetivo mayor, pero en el camino se cruzan Panamericanos y pre Olímpicos que podrían darle un tinte agridulce a la gestión de José Manuel De la Torre. La sub-17 y la sub-20 cumplieron con un papel destacado, sorpresivamente, en un futbol donde la preponderancia no son las fuerzas básicas, sino el negocio.
Por eso, no debe sorprendernos un futbol donde el Atlas quiere vetar a uno de los mejores futbolistas del Mundial sub-20, simplemente porque se aprovechó de los estatutos oficiales de la FIFA, y donde no hay una conexión razonable entre un proceso y otro.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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