
ESTADISTAS Y DEMAGOGOS
La diferencia entre un estadista y un demagogo estriba en que el primero busca el beneficio real, perdurable, sin importar si afecta su imagen, su popularidad, pues prioriza el bien mayor, mientras que el segundo superpone su popularidad sobre cualquier tema. Por eso decidirá teniendo en cuenta su imagen personal y no el bien de la sociedad.
Al final no hay buenos o malos políticos, sino acciones correctas o incorrectas. La imagen y popularidad es coyuntural, transitoria y efímera, pues el pueblo es veleidoso, ora está a favor, ora está en contra. De ahí que lo importante no sea satisfacer el ánimo tornadizo del populacho, sino actuar con la razón y rectitud.
¿Por qué el gobierno de López Obrador tiene buenos niveles de popularidad, aunque la inseguridad crece, el desempleo aumenta y la crisis ensombrece el panorama financiero del país? Sencillo: porque el presidente cuida su imagen y prioriza su popularidad sobre cualquier otro rubro. Y ahí están los resultados: malos indicadores de gobierno, pero buena popularidad del presidente.
Por eso canceló la construcción del aeropuerto Texcoco, pese a todas las afectaciones y lo irracional de la medida, y por eso mismo su empecinamiento en construir un aeropuerto que no es viable ni financiera ni aeronáuticamente. Esta acción bajó las calificaciones crediticias del país, aumentó el costo de la deuda millones de pesos y encareció las perspectivas de financiamiento a futuro, pero le rindió réditos a la imagen del presidente, sobre todo con el grueso de la población que ve corrupción en todos lados y se la cree, sin exigir pruebas.
El presidente pondera más su imagen personal, porque es el elemento cohesionador de todo el aparato político de la 4T y el basamento con el cual se erige Morena. De ahí la importancia estratégica de la figura del presidente, tan fértil en el imaginario del mexicano, acostumbrado a los liderazgos caudillistas.
La imagen del presidente es tan fuerte que se permite impulsar una estrategia de austeridad que desplomó la inversión pública y arrastró al país a una etapa recesiva, con un crecimiento de apenas el 0.1 por ciento; que dejó sin medicamentos a hospitales y propició el despido de miles de trabajadores del gobierno federal; una ley de austeridad que se antoja una burla, en un contexto de derroche con celebraciones de aniversarios de la victoria de la 4T (el bailongo), la renta del avión presidencial que ni lo vende ni lo usa y que representa un gasto de millones de pesos en arrendamiento, así como la construcción de campos de béisbol, su deporte favorito y cuyo presupuesto es superior a mil millones de pesos. Ya no se diga los dispendios en mega proyectos inviables como el Tren Maya y la refinería en Dos Bocas.
Un estadista, en cambio, actúa conforme a la razón, buscando el beneficio real, colectivo, sin importar si esto afecta su imagen o popularidad. Un ejemplo es la reforma de pensiones del gobierno del estado. Una medida que se requería desde hacía por lo menos 20 años, pero que ningún gobernador quiso impulsar por el costo político que implicaría.
Fue Ignacio Peralta quien arrostró el reto y llevó a cabo las gestiones para cristalizar esta reforma, la cual desactivó un problema financiero a mediano y largo plazo: de no aprobarse el costo de las pensiones habrían colapsado las finanzas públicas. Esta acción le da viabilidad al gobierno estatal, le da futuro y garantiza a los trabajadores que continuarán recibiendo una pensión.
Esta fue una acción razonada, justa y necesaria, pues de continuar el anterior esquema en el futuro todo el gasto del gobierno se iría al pago de pensiones. Las mismas calificadoras crediticias mejoraran la perspectiva de calificación del estado por esta decisión, junto con el aumento de la inversión, hecho que también ponderaron.
Afortunadamente, al gobernador le importa más tomar las decisiones correctas que mejorar los niveles de popularidad. Y es que al final de cuentas no se trata de un concurso de reina de bachillerato, a ver quién aplaude más, sino de tomar decisiones con la razón. Eso es lo que perdura.
Dos puntos
En el grupo de Facebook AMLO no está solo!!, se lee la siguiente advertencia de quien lo administra: “No se permite replicas de ningun medio chayotero, no se permite falsa informacion, no se permite hacer encuestas de ningún tipo, tampoco se permite replicas de lo que opinan los chayoteros (no nos importa que piensan ellos) No se permite faltar el respeto a nadie. Y sobre todo lo principal y muy importante “REPORTAR” a todos los PRIANISTAS y todo lo que se menciona arriba. Si miras que están en silencio por varios días y sabes la razón… Si quedas blokeado del grupo que bueno. Aquí se apoya al PRESIDENTE DE MEXICO y si no les gusta pa fuera¡¡ El grupo tiene cerca de 100 mil seguidores.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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