Alex Carbajal Berber
• El clavo ardiendo
Para el Real Madrid, con toda su prosapia, debe ser un castigo tremendo ver cómo en esta nueva década José Mourinho se ha encargado de dilapidar muchos de los valores intrínsecos que deben formar parte del madridismo, en situaciones normales y también en las extremas.
Los dos duelos de la Súpercopa de España abrieron aún más las heridas. De nada sirvió, entonces, que el Madrid ganara la Copa del Rey en Valencia, si unos meses después no pudieron arrebatarle el primer título de esta temporada a un conjunto de Guardiola que apenas y había hecho una pretemporada en forma. Tales lamentaciones se reflejan en la cancha. Una patada de Pepe por aquí, una patada de Marcelo por acá, un gesto de Mourinho por allá, y una trifulca al final empañaron un gran partido de volteretas y de golazos.
Con la intención de parar estos despliegues de fuerza física del Madrid en los clásicos del balompié español, Pep Guardiola ya ha levantado la voz. Por sus declaraciones posteriores al partido, le preocupa que en una de estas jugadas de fuerza física extrema pudiera llegar a perder a uno de sus futbolistas más importantes. La plantilla del Barcelona es corta en cuanto a número de figuras, al final terminan siendo los mismos quiénes levantan el carro de las victorias, y perder a uno significa mucho.
También, fue claro en una verdad: el Madrid va a estar ahí para competir, hoy y siempre. Esta vez, el Barcelona los superó pese a la poca preparación física, por el entendimiento que ya existe entre sus cracks, y porque Messi suele demostrar en el Camp Nou por qué es el mejor jugador del mundo. br />
Por lo menos, en estos dos encuentros que iniciaron una nueva temporada del balompié español, el Madrid no jugó con sus principios, y menos mostró la elegancia del uniforme que deben defender.
• La sub-20
De una forma u otra, México había llegado a las semifinales del Mundial juvenil, disputado en Colombia, de manera sorpresiva. Si comparamos el nivel de un Mundial infantil, como el sub-17 ganado en tierras mexicanas, y una competencia de alto nivel entre juveniles, no hay punto de comparación.
El cuadro de Juan Carlos Chávez había sido afortunado en algunos momentos de la competencia. Le tocó enfrentar a Camerún en octavos, y con la baza de una buena preparación física logró encaminar su victoria en los penales; ya ante Colombia, superó hasta fácilmente a un conjunto local que no se había preparado a conciencia para enfrentar este torneo de manera seria.
Sin embargo, vencer a Brasil en una semifinal de Mundial juvenil exige mucho más de lo que podía dar esta selección mexicana. Entiendo que Televisa y TV Azteca nos vendieron la idea de que podría ser un “verano inolvidable”, con “títulos mundiales en la sub-17 y sub-20”, pero la realidad era distinta. No hay duda de que los jóvenes mexicanos tienen calidad –unos más que otros-, pero si revisamos la historia de los mundiales juveniles, hay auténticos cracks que se han forjado en este tipo de torneos, y han mostrado su valía ante el Mundo.
De esta sub-20, pese a la campaña publicitaria, obtendremos tres o cuatro jugadores para la selección mayor en el futuro. No se sabe si alguno de ellos podrá ser crack de nuestro balompié; cuando llegó el momento de demostrarlo, ante Brasil en un escenario extremo, no pudieron.
Total de Visitas 274764433
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates