LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 05/08/2011

LO BUENO QUE SON “HUMANISTAS”

Al cierre del mes pasado, julio, en fin de semana para no variar y seguramente para que el dato se perdiera, nos fue confirmado lo que la mayoría sabíamos, que entre 2008 y 2010 en nuestro País, en este lugar donde nos tocó nacer y donde hemos decidido vivir, 3.2 millones de connacionales nos convertimos en más pobres, digo, porque ricos no éramos, es decir un 1.7 puntos porcentuales, con lo que el 46.2 por ciento de la población, casi la mitad, nos encontramos en dicha condición de carencias en este “México lindo y querido” que ya cuenta, según el Censo del año pasado, a más de 112 millones de bocas.

La fuente de este dato fue el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval por sus siglas, quienes en su reporte afirmaron que “el número de pobres pasó de 48.2 millones de personas a 52 millones, principalmente en zonas urbanas y -como para justificar la debacle- en medio de los efectos de la crisis económica de los países desarrollados”. Como consuelo, la misma calificadora apuntó que en cambio, el número de personas en situación de pobreza extrema se redujo levemente del 10.6 al 10.4 por ciento, lo que se traduce en una población de 11.7 millones que no tienen nada, ni para comer mañana.

Esto indica que bajo dicha categoría, en los primeros cuatro años de este gobierno, el segundo consecutivo del Partido acción Nacional, 13 millones de mexicanos se sumaron a esa lacerante pobreza, la extrema, ya que en ésta había 44.7 millones de mexicanos en 2006, contra los 52 millones de la actualidad.

Los estados de la república donde hubo mayor crecimiento de la pobreza moderada fueron Veracruz, con un incremento de 3.9 a 4.5 millones de personas pobres y Guanajuato, con un aumento de 2.4 a 2.7 millones. Le siguieron Oaxaca, donde los pobres pasaron de 2.3 a 2.6 millones y Chihuahua y Tamaulipas, donde la cifra aumentó de 1.1 a 1.3 millones, así como Baja California, de 800.000 a un millón de personas. Mientras que la llamada pobreza extrema tuvo su mayor crecimiento en los estados de Jalisco, México y Yucatán. Con lo que se aprecia que en seis estados se concentra el 50 por ciento de los pobres del país.

De acuerdo con la otra medición de la pobreza, la que solo considera los ingresos, el número de pobres patrimoniales -aquellos que no tienen recursos para pagar transporte y gastos personales- creció en 7.1 millones de personas, ya que pasó de 50.6 en 2008 a 57.7 millones de mexicanos en 2010. Información ésta que se corrobora con los datos presentados por el INEGI hace dos semanas en lo que denomina Encuesta Nacional de Ingreso Gasto, la ENIG, de los Hogares. De las seis carencias que se miden, en las que se presentan mayores rezagos son alimentación, donde hay 28 millones de personas, y en ingreso.

Recadito: Ya circulan “encuestas” de empresas fantasmas y “análisis” políticos de nadie sobre las fortalezas de ciertos prospectos, no se dejen confundir.