LA PANGA

MAYAHUEL HURTADO | Opinión | 06/03/2019

LA MODA DEL ABUCHEO, UNA TENDENCIA PELIGROSA

Una de las nuevas modas que los seguidores de Morena planean y realizan en las visitas del presidente Andrés Manuel López Obrador a las entidades federativas, es el abucheo. En los primeros casos parecía una manifestación del pueblo en desacuerdo sobre algunas formas en las que los gobernadores toman decisiones o realizan acciones de gobierno; sin embargo, hay un rasgo característico del comportamiento de la gente que acude a estos eventos: Abuchean a gobernantes que son de oposición, es decir, que no pertenecen a las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

En una dura crítica del panista Javier Lozano, en su cuenta de Twitter señala lo siguiente: “Y si no me creen, he aquí el manual para eventos de AMLO en estados de oposición. La misma porquería que le hicieron a Claudia Pavlovich y a tantos otros. Dan vergüenza por su pequeñez política, intelectual y moral”.

Hasta ahí la transcripción del texto de Javier Lozano, donde además adjuntó una fotografía de un supuesto documento de carácter confidencial titulado “Manual para eventos del señor presidente Andrés Manuel López Obrador en estados de oposición”, que presuntamente se utilizó para la visita al estado de Sonora, gobernado por el PRI. Documento que supuestamente describe a detalle las etapas en que se realizarán las visitas, entre los que destacan logística, convocatoria, intervenciones y orden del día; así como ambientación, teniendo en este último la siguiente información:

1.- Solicitar entretenimiento 2 horas previas al evento. (Música, spots, publicidad del gobierno de México).

2.- Insistir a los asistentes convocados que, al anunciar la intervención del mandatario estatal de oposición, es obligatorio emitir sonidos y gritos de desaprobación. (Abucheos, silbatina, consignas partidistas, etc.).

3.- Insistir a los asistentes convocados que, al anunciar la intervención del señor Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos Andrés Manuel López Obrador, es obligatorio apoyar con porras y manifestaciones de alegría (“Es un honor estar con Obrador” “López Obrador... López Obrador”).

De acuerdo con Javier Lozano, quien se desempeñara como subsecretario de Telecomunicaciones en el gobierno de Felipe Calderón, esta información que llegó a sus manos y que asegura fue obtenida del partido Morena, es el modo de operación en cualquier visita a las entidades de oposición, situación que contrastada con los hechos, pareciera que está siendo acatada y realizada al pie de la letra, porque no es uno ni dos casos, son todos los gobernadores del PRI o PAN que han sido visitados y expuestos al abucheo, al repudio social, a coartarles su libertad de en el tiempo destinado para ello, emitir el mensaje oficial del estado que representan.

Desde diciembre a la fecha, una decena de gobernadores han enfrentado abucheos y rechiflas cuando el presidente López Obrador realiza giras en sus estados.

Uno de los primeros en recibir rechiflas fue el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, del PRI, el 8 de diciembre del año pasado en Ciudad del Carmen.

El 9 de diciembre en Dos Bocas Paraíso, le tocó al perredista Arturo Núñez, gobernador entonces de Tabasco, quien fue objeto de abucheos.

El 18 de diciembre, Omar Fayad Meneses, de Hidalgo, fue abucheado, pero también un sector de los asistentes le mostró su apoyo.

El 22 de diciembre, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, enfrentó una serie de rechiflas.

El caso más destacado es el de Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, quien fue abucheado el 11 de enero en Tlapa de Comonfort, lo que le obligó incluso a acortar su discurso y a López Obrador declarar un empate entre los asistentes tras votar a favor y en contra de que el guerrerense finalizara su mensaje.

Asimismo, los gobernadores de los estados de Coahuila y Zacatecas. Otro caso fue el del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo.

El martes 29 de enero fue abucheado el gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, y dos días después el gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena.

Hace tres días, en el estado de Sonora, fue abucheada la gobernadora Claudia Pavlovich.

Ayer, al gobernador Ignacio Peralta le tocó que algunos asistentes, que estaban agrupados y estratégicamente colocados, no le permitieron dar de manera continua su discurso, mismo que tuvo que detener para dejar que la gente se expresara; sin embargo, no fue suficiente, algo no estaba bien, algo estaba ya dirigido tras bambalinas y a pesar de que dio el espacio para las manifestaciones, al parecer la consigna era “no dejar hablar al gobernante de partido de oposición que tomó el micrófono”.

De ser cierto que existe este supuesto manual para las visitas presidenciales a las entidades federativas, el abucheo se convierte en una moda peligrosa que a través de las rechiflas, descalificaciones, consignas, protestas, mensajes ofensivos, palabras altisonantes y exposición al repudio público de los gobernantes, puede generar entre los simpatizantes una reacción ante las acciones dolosas que buscan un solo fin: Desgastar la imagen pública del gobernante, minimizar sus logros, exponerlo a la violencia política y al repudio social.

Sin embargo, lo peligroso vendrá si existen grupos de personas que hastiados de estas conductas decidan también protestar y contestarles de la misma forma, lanzando consignas y haciendo uso de los mismos recursos.

Me vienen algunas preguntas: ¿Está todo bajo control para evitar enfrentamientos entre la ciudadanía que tienen diferente filiación partidista?, ¿tendrán, los que hoy gritan e insultan, interrumpen discursos y denigran gobernadores, la misma tolerancia?, ¿quién será responsable de un enfrentamiento que deje lesionados o en el peor de los casos, muertes tras riñas en estos eventos que se permiten acciones que incitan a la violencia?, ¿quién se responsabilizará de haber gestado esta moda de hacer apariciones políticas en público? Al tiempo.