LA CONQUISTA Y FUNDACION DE COLIMA
Este lunes 25 de julio, los que habitamos esta región donde hoy se ubica el reducido Estado de Colima, estaremos rememorando un acontecimiento por demás importante en nuestro devenir, nada menos que nuestro histórico origen hispánico. Por ello, a continuación ofrezco una ajustada reseña, partiendo de lo escrito por autores como Abelardo Ahumada G., José M. Romero de S., Felipe Sevilla del Río y Ernesto Terríquez S., con quienes en lo general coincido en visiones sobre los hechos que definieron esa parte de nuestro origen social.
Según, después de la conquista de México-Tenochtitlan, en 1521, Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano, tal era el nombre del Conquistador, inició una serie de expediciones con fines precisos: realizar nuevas conquistas, buscar yacimientos de oro y plata, descubrir la Mar del Sur y hallar un estrecho que uniera los océanos. Al frente puso hombres de su confianza. Con las noticias obtenidas en los últimos días de la conquista de Tenochtitlan por el soldado Parrillas, quien supo a través del señorío Tarasco de Mechoacan, que podía tener acceso al Mar. Entonces envió una misión en Otoño de 1521: Antón Caicedo con dos españoles.
El intento fue un fracaso. Los señores de Colima se negaron a acudir a la cita y "sacrificaron" y se comieron a los enviados tarascos. Aquel lejano territorio permanecía inexpugnable. Con tal resultado, Cortés recabó más información sobre esta región y, en especial, calibró la conveniencia de someter a los tarascos para acceder con libertad a la Mar del Sur por aquel territorio del que no se sabía con certeza si estaba gobernado por un señor, según le dijera el Cazonci, o era una coalición de pueblos, como lo daban a entender quienes hablaban de los señores de Coliman y del “Señorío de Coliman”.
Cortés dio orden a Cristóbal de Olid para que, al frente de un ejército bien pertrechado, se pusiera en camino para someter al Cazonci. El 17 de julio de 1522, Olid llegó a Taximaroa con 70 hombres de a caballo y 200 infantes. Mientras tanto, los inquietos soldados insatisfechos por el poco botín obtenido tras la conquista, por todos los medios querían hallar compensación. Sabiendo de dónde recibía Moctezuma los tributos y, por tanto, en dónde podría haber oro, se organizó una expedición que llegó hasta la Mar del Sur por Acapulco, y de ahí subió por la costa hacia el norte hasta Zacatula.
Una vez concluida la campaña en Mechoacan y aprovechando el malestar de la soldadesca, se realiza el transporte de anclas y otros suministros al astillero de Zacatula. La importancia dada a este proyecto en el cuartel general de Cortés era indudable y los comerciantes de la época supieron captarlo. Entre los españoles del campamento de De Olid cada día crecía el interés por entrar a estas tierras, una región reconocida como indomable y rica. Recibida la orden de Cortés para trasladarse a Zacatula, comprendieron que era el momento.
El capitán que salió de Tzintzuntzan al mando de la expedición hacia Zacatula llevando los pertrechos al astillero fue Olid, quien permitió a Juan Rodríguez de Villafuerte desviarse con la mitad de hombres para hacer la entrada al Coliman. Olid, llegando a Zacatula, de algún modo se constituía en retaguardia de una Tropa que iba al fracaso. Si esto es válido, López de Gómara tiene razón cuando dice que el capitán de la expedición era Olid, y Bernal Díaz del Castillo, cuando asegura que Olid salió desde Zacatula en ayuda de los españoles derrotados acá.
CONTINUA...
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