LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Deportes | 28/06/2011

LOS APARECIDOS

Aclarando que no son todos y a diferencia de los que se han especializado en buscarle las “chichis a las culebras” (Rolón Dixit) y de promover el escándalo mediático para permanecer en el escenario, o de los que se la pasan permanentemente atribuyéndose decisiones en las que fueron los últimos en participar, si lo hicieron; hay otra especie más patética y en mi opinión más depredadora, esa de la que hasta majadero resulta ver como por temporadas, así, sin más, con más pena que gloria, recuerdan que en algún lugar les dieron la posición que ostentan, solo para ver qué más pueden sacar sin haber correspondido, dedicados como andaban a la grilla, tal vez haciendo méritos con el padrino o madrina en turno.

Desvergonzados y hasta cínicos hoy igual, que ayer, regresan a esta noble tierra, a cuyos pobladores de suyo subestiman, para con un presunto triunfalismo y creyendo que apantallan con lo que no hicieron, levantando insulsos escenarios donde campea la halago fácil y la palmadita falaz, se acercan a los medios, compran espacios, publican cuartos, medias y hasta planas completas para promoverse, contaminan el espacio con espectaculares, en los que se cuelgan méritos improbables con imágenes sonrientes, pulidas a Photo shop con el que aparentemente se quitaron ojeras, arrugas y hasta las manchas de sus excesos. Todo con nuestro dinero, con nuestros impuestos.

Llegados los tiempos, luego de dos o cuatro años, depende, de llevar perfiles bajos, nulos y mediocres en el contexto parlamentario nacional a cuyo recinto no entran si no presentan la identificación, cuando van, acá vienen, regresan como los grandes estadistas que no lo son, como los avezados políticos que tampoco serán, casi como los salvadores de la nación, como los indispensables tribunos que necesitábamos y que Colima reclama y exige, según ellos, para salir adelante.

Es increíble, pero mucha gente les cree a esos farsantes de la vida pública, a esos apantalla bobos, a esos cínicos que todo, de manera sistemática, lo operan en su beneficio asumiendo el ejercicio de la política como la oportunidad de ampliar su cuenta de cheques y de gozar privilegios inmerecidos. Es una pena, pero tenemos que reconocer que es nuestra cultura política, nuestra forma sistémica de accionar socialmente en la cosa pública, nuestra realidad electiva, nuestro triste disimulo con el que sostenemos en el poder a este tipo de políticos aparentes, mentirosos expertos en la simulación y maestros de la demagogia.

Las elecciones están en puerta, ya va siendo hora de poner un alto a estos vivos que sin haber cumplido mínimamente la encomienda ni el compromiso establecido, sin presentar resultados reales de beneficio colectivo, otra vez vienen a tratar de engañarnos para que les demos el voto y para que como ya lo han hecho nos sigan defraudando atenidos a una imagen falsa, como ellos. Repito, no son todos ¿Qué quienes son? Ya los conoce, espérelos en la puerta.