PARACAÍDAS

ROGELIO GUEDEA | Opinión | 15/06/2011

Todos contra Moreno Peña

El ex gobernador Fernando Moreno Peña, quien empieza ya en esta mano que escribe a perfilarse, como la vez pasada, como el Porky Peña (los motes caen del cielo y uno qué puede hacer), es el principal desestabilizador de lo que pasa en la Universidad de Colima. Yo no sé hasta qué punto consienta el rector Aguayo esta que sí es una clara intromisión en la salud democrática de nuestra alma máter, pero por ahora le otorgaré el beneficio de la duda, aunque la arbitrariedad mostrada por Fernando Mancilla en su última rueda de prensa, en donde prácticamente se vuelve loco como cualquier sátrapa y nadie lo saca sino de exhibir solamente un acta notarial en donde muestra la legalidad de su reelección, no dan indicios alentadores. Y ahora que se sabe que el ex gobernador Moreno Peña está intentando escamotear al Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima, menos. La idea de formar otro sindicato, otro sindicato que tendría su gente, como a ahora lo tiene la Federación de Estudiantes Colimenses, para así poder entonces meterse sin dar bandazos a la máxima casa de estudios, es otra muestra clara de que aquí el Porky Peña es el malo de la película. Estos dos indicios, más que claros, ponen la actuación del rector Aguayo en tela de duda, por lo que se hace necesario que envié un mensaje contundente (apoyado en decisiones firmes) que no indique, primero, ni esta confabulación con Moreno Peña, ni, segundo, este entreguismo del liderazgo. El problema se ha dejado crecer y, una vez el árbol enraizado, como dicen, más difícil hacerlo caer. El rector de una universidad tiene que gastar toda su energía en la mejora de la docencia, la investigación y toda la administración que esto conlleva, y no en estos embates que están muy alejados de lo que una institución académica, que presumimos modélica, debe auspiciar. Hay todavía en la agenda universitaria algunos asuntos que sí son trascendentes para la comunidad universitaria y para la sociedad en general, como la reforma a la Ley Orgánica. Por eso, si no hay deslindes pronto, entonces también pronto sabremos de qué lado estarán unos y de qué lado estaremos otros. Lo que sí es que ahora los propios estudiantes ya han manifestado también que el enemigo de la Universidad es el Porky Peña, y que es contra él la cruzada democratizadora, tal vez porque saben que tumbando al titiritero, el títere cae solo. Una última cosa: no se vuelva a ofender a los estudiantes opositores a la tiranía de Mancilla diciendo que son manipulados. Se podrá manipular a uno, en este caso a Mancilla, pero no a cientos. No: el hecho de que el propio Mancilla lo sea, no quiere decir que todos aquellos que protestan contra su reelección padezcan de la misma enfermedad. Dignifíqueseles y reconózcaseles el valor que han tenido para levantar la voz y protestar contra lo que, claramente, es una arbitrariedad.

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