PUPITRE AL FONDO

BLANCA F. GÓNGORA | Opinión | 17/12/2018

REFRIGERIO PENDIENTE: PROYECTO SOCIAL  DEL BACHILLERATO NO. 17

En un tradicional restaurante del centro de la ciudad, mientras esperaba el menú, tomé un tríptico que en la mesa se encontraba,  y emocionada por la iniciativa contacté a los encargados del mismo a los teléfonos ahí proporcionados y, para mi sorpresa, la voz al otro lado del auricular era de un joven, quien me contó  que son estudiantes del Bachillerato 17 de la Universidad de Colima, ubicado en Comala.

“Refrigerio Pendiente” es una iniciativa social  que invita a realizar una acción solidaria, sin fines de lucro.  Consiste en pagar anticipadamente un refrigerio en alguno de los restaurantes  participantes  y dejarlo pagado para alguien que no tenga los recursos para ello, y después avisarle a esa persona (indigente o cualquier persona que uno considere), que puede pasar a ese restaurante porque hay un refrigerio pendiente esperando a ser recogido por él o ella. Con esta acción se ayuda a personas que están en situación de calle y se basa en el sentido de confianza y solidaridad que debe seguir prevaleciendo, “Se trata de dar sin mirar a quien, se trata de la confianza y la unidad de la sociedad Colimense”.

Este proyecto social surge como producto de la materia denominada Gestión de Proyectos, por los alumnos de cuarto y quinto semestre de  ese bachillerato y es impartida por la maestra Beatriz Adriana Castro Magaña. Son proyectos por equipo, y bueno, a mí me tocó darme cuenta de este, el cual considero es de gran trascendencia y debe ser de mayor alcance.

Esta actividad en particular, me explican, está inspirada en un movimiento de Italia, denominado “Café pendiente” y eso también me gustó, que supieran reconocer y dar el crédito oportunamente, eso se llama honestidad y felicito a estos universitarios por formarse en estos valores.

Deseo que así como este proyecto,   surjan muchos  más, son esperanzadores y son formativos. Ojalá estos estudiantes pudieran llegar a más restaurantes y que los restaurantes los apoyen (pues nada pierden, al contrario también ganan) y no solo los restaurantes, que se extienda a tiendas de ropa, a tiendas de abarrotes, a librerías,  etcétera. Hay mucha gente que necesita  y además de lo material, también es conmovedor sentir que alguien pensó en él o ella. 

Felices fiestas y repartamos “Refrigerios Pendientes”, repartamos "ropa pendiente”, repartamos “libros pendientes”, repartamos “afecto pendiente”. Dicen, los buenos de corazón, que luego todo se nos devolverá al doble, pero  si así no fuera no importa, lo importante aquí es recobrar la fe en que no todo está perdido.

www.facebook.com/blanca.f.gongora