Wembley, siempre Wembley
El FC Barcelona encontró que su territorio soñado es, además del Camp Nou, el estadio de Wembley, y siempre podrá serlo. Las cuatro Copas de Europa que ha ganado el conjunto culé las ha logrado en territorio histórico, tanto en el viejo Wembley, como en París, en Roma, y nuevamente en territorio inglés.
Pep Guardiola volvió a sorprender al mundo balompédico, pero por sobre todo a Sir Alex Ferguson. Al inicio del encuentro, parecía demasiado atrevido dejar en la banca al gran capitán del conjunto culé, Carles Puyol, para dejarlos como titulares a Gerard Piqué y Javier Mascherano en la central. También, sorprendió ver como titular al francés Eric Abidal, quien apenas un par de meses atrás fue operado de un tumor en el hígado. Pero todo tenía un por qué.
Las razones para estos cambios intempestivos fueron principalmente para anular la dupla Rooney-Chicharito. Wayne Rooney tuvo una sola ocasión en el partido, la cual aprovechó, demostrando así que es uno de los tres mejores futbolistas de la actualidad en el mundo, sin embargo, no tuvo más, y menos de parte de un Javier “Chicharito” Hernández que fue anulado en totalidad, y del que solamente se pueden mencionar cuatro off-sides en menos de 20 minutos de juego.
La ventaja definitiva del Barsa tardó en caer. Ya había generado opciones suficientes para no tener preocupaciones, además de que se había desconcentrado para permitir un empate provisional poco merecido para el conjunto inglés. Finalmente, la ventaja culé cayó por justicia propia. Es un error imperdonable dejar al mejor futbolista del orbe, Lionel Messi, disparar tan cómodamente de larga distancia, después de que ya había avisado en sendas ocasiones que tenía la certidumbre de ponerse en el marcador, nuevamente en un partido final como el jugado en Roma.
La escuadra de Pep Guardiola confirmó una vez más que será un club recordado siempre, de culto, por su trato a la pelota. La presión del Manchester United duró ocho minutos, hasta que Xavi, Iniesta, Messi, Villa, Pedro, y todos los demás, iniciaron el “tiqui-taca” que ya los caracteriza. Cuando la demostración inició, los ingleses sólo tuvieron que esperar los goles visitantes, y rezar para llevarse menos de tres.
Así fue la diferencia entre dos escuadras que prometían un mejor juego del que dieron, simple y sencillamente porque el Barcelona anuló a los Diablos Rojos. Guardiola pasó esta gran prueba. En la segunda final que había disputado Johann Cruyff como técnico blaugrana, el Milán le había pasado por encima, y eso atemorizaba a la afición catalana. Las dudas, ya disipadas, hacen creer que este equipo tiene para algunos años más, y que seguiremos disfrutando de su excelso juego.
Blatter 2015
En el último Congreso de la FIFA, se aseguró que su presidente, Sepp Blatter, liderará el mundo futbolístico por, al menos, cuatro años más. El heredero del gran economista del balompié, Joao Havelange, tuvo la audacia de asegurar su permanencia, pese a todos los escándalos de corrupción que acechan las entrañas de este organismo internacional.
Blatter tiene cuatro años por delante para darle credibilidad a la FIFA. La poca que tenía se fue con Bin Hamman, con Warner, con Ricardo Texeira, y todos los nombres que figuran en las acusaciones de tráfico de boletos para Copas del Mundo, de extorsiones, de manipulaciones, y sobornos. La tarea no será sencilla, pues la gran sombra que estará al acecho será Michel Platini y toda la UEFA.
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