LA PANGA

MAYAHUEL HURTADO | Opinión | 11/06/2018

POLÍTICOS EN EL OJO DEL HURACÁN COLIMA CON TRAYECTORIA DIRECTA A MANZANILLO

En días pasados decíamos que esta elección tendría una fuerte carga de sentimientos y éstos van a influir en las urnas; también hablamos de que la simulación en política sería un factor que afectaría el cumplimiento de las metas propuestas por los institutos políticos. Recuerdo que también comentamos que los errores en los candidatos trazarían la ruta de la recta final y que los eventos multitudinarios serían un indicador veraz del ánimo de la gente.

A propósito del título y de las circunstancias climatológicas por “Bud”, permítame recordarle a usted, amable lector, lectora, ¿qué es un huracán y las partes que lo conforman? Pero además, hacer un comparativo con lo que se vive actualmente.

Un huracán es más que un punto en un mapa, y su curso es más que una línea. Es un sistema grande que puede afectar una amplia zona. De acuerdo al tamaño de su diámetro, sus rachas de vientos, la velocidad a la que se desplaza y la devastación que produce, se le han otorgado 5 categorías en la escala Saffir-Simpson, misma que desde 1969 mide los huracanes, los cuales tienen tres elementos:

1. Las bandas nubosas en forma de espiral alrededor de su centro, que convergen hacia el centro del huracán en contra de las agujas del reloj. Estas bandas concentran una fuerte actividad lluviosa.

2. El ojo, que es un sector en calma, poca nubosidad y aproximadamente de 30 a 65 Km. de diámetro.

3. La pared del ojo, compuesta de nubes densas y en donde se localizan los vientos más intensos.

Pero ahora realicemos un comparativo con lo que el conjunto de emociones, simulaciones y eventos han generado el huracán político Colima con trayectoria directa a Manzanillo, mismo que al iniciar el proceso electoral se encontraba en categoría 2 y paulatinamente fue subiendo al 3 y la semana pasada alcanzó 4; sin embargo, para el domingo 1º de julio se pretende que el huracán alcance la categoría 5 o más.

El país está generando decisiones electorales a partir de lo que siente, de los rumores que ve en redes sociales y de un concepto de hartazgo adoptado, pero para nada comprendido, y es en este ciclón que está arrasando todo, en donde la ciudadanía está apostando no sólo el rumbo de la Presidencia, sino que además está generando las condiciones para que de llegar todo el paquete AMLO, se tenga el control del Senado y la Cámara de Diputados, que son quienes avalan las propuestas de un presidente, pero además, quienes deberán alinearse a un nuevo sistema político que no tiene bien definida una izquierda; una transición que de darse, será sin precedentes para el país.

Pero el ciclón ya superó lo federal y pretende, con la inercia del antisistema, ganar posiciones locales, como alcaldías y diputaciones; aquí es cuando los indicadores de alerta están emitiendo una cuenta regresiva. Lo preocupante es que el embeleso ensordeció y cegó a muchos, y es la emoción y desinformación quienes están jugando un papel fundamental.

Es que mientras en otras entidades hay erupciones y terremotos políticos, en Colima se ha formado un huracán que de la noche a la mañana creció, no por tener los elementos para hacerlo, sino que fue el resultado de una marca antisistema que tiene por lo menos 18 años en el mercado electoral y esa es la marca AMLO, que con candidatos sin lealtad al proyecto, sin militancia en los partidos de la coalición, sin un perfil aprobado para desempeñar el cargo y con candidaturas y planillas decididas en Fast-Track, como es el caso de Manzanillo y la zona costera, se formaron.

No estoy diciendo que no voten por tal o cual candidato, pero sí que analicen de forma seria si las personas de la marca de “ya saben quién”, cuentan con las capacidades, habilidades, herramientas y toma de decisiones adecuada para desempeñar el cargo por el que se están postulando.

Para ello situaremos las tres partes del huracán y su relación actual con algunos candidatos en la entidad:

En las bandas nubosas encontramos a los partidos Movimiento Ciudadano, Panal y los candidatos independientes, que hacen un esfuerzo por avanzar entre la intensa lluvia para lograr llegar a un mayor número de electores.

En el ojo del huracán, que es la zona de confort y poca nubosidad, encontramos a los candidatos de Morena, PT y PES, que ya comprendieron que no necesitan esforzarse, la marca AMLO les garantiza, según ellos, un triunfo en las urnas, por eso se les ve tan cómodos y paseando o realizando compras, como en días pasado se le vio a Griselda Martínez en una conocida farmacia y bajando de intensidad a su campaña, finalmente la marca AMLO le beneficia y mientras los otros partidos andan casa por casa, ella simplemente decide aparecer en ciertas actividades, cuando es obligación que vaya a dar a conocer sus propuestas; creo que los brigadistas salen a realizar una obligación que ella tiene como candidata… ¿dónde quedaron las metas de AMLO, como esa de visitar 150 casas por día?

En la pared del ojo, donde están los vientos más fuertes, se encuentra el PIR y Pvem, quienes han realizado un trabajo muy importante en su estructura y quien pese a las tempestades han tenido eventos con gran asistencia y han cumplido metas tanto con sus candidatos locales como en los cargos federales y dieron una muestra de poder en la pasada visita de José Antonio Meade, porque siendo honestos, ¿qué razón tendría Andrés Manuel López Obrador de regresar a Colima si según sus candidatos tienen todo ganado? Creo que la fórmula del Senado, algunas diputaciones y las alcaldías no están tan seguras y ganadas por el amplio margen que todos los días dicen, por lo que necesitan la presencia de la marca para ganar.

Es tiempo de que la gente comprenda que AMLO no son los candidatos que aparecen en las boletas de la coalición Morena-PT-PES, es más, puedo asegurar que en muchos de los casos, López Obrador ni los conoce.

El PAN se perdió entre los fuertes vientos, después de volar varias lonas y de forma espectacular buscar una pausa. Esperemos al tiempo y los resultados…