RED POLÍTICA

Administrador Colimapm | Opinión | 14/03/2018

POR: Raúl Merced Lares

TAN LEJOS DE DIOS…

He planteado y sostenido la teoría de que José Antonio Meade puede ser el próximo presidente de México. Y lo he dicho por qué, lo cual puedo sintetizar en que si bien no es precisamente el candidato que demanda la gran mayoría de los mexicanos que votamos para resolver los profundos problemas sociales y económicos que carcomen cada vez más al país, es quien tiene el perfil que los vecinos del Norte exigen para cuidar sus poderosos intereses económicos que tienen aquí, más ahora que los millonarios y supermillonarios estadunidenses están llegando al poder con el impredecible Trump.

Pese a ello, en la precampaña –que no es otra cosa que una jalada más que acordaron los partidos con el INE para alargar más la campaña electoral- he observado señales subliminales o mensajes entre líneas que pueden indicar que Meade no llegará a Los Pinos, como eso de mantener e imponer a este candidato ciudadano el discurso hueco y acartonado del PRI, lo que hace pensar que la elección sería para el panista Ricardo Anaya.

En este sentido, reitero que los poderosos vecinos del Norte no dejarán llegar otra vez al dueño de Morena porque –cualquier izquierdista que sea- representa un riesgo e incluso una amenaza para los grandes negocios que hacen ellos en el país. Quizá López Obrador represente la posibilidad de un verdadero cambio en el país, pero no estoy de acuerdo con muchas de las ideas y actitudes prácticamente dictatoriales de este político de izquierda-centro, ni tampoco de la "democracia" de la rifa, del sorteo y del volado que practica para decidir las candidaturas de este partido a los diversos cargos de elección popular, principalmente al Congreso de la Unión, porque está incorporando al poder público a personajes con mala fama de corruptos y hasta delincuentes.

El panorama electoral no se ve claro. Las cosas saltan de un lado a otro y pareciera por momentos darse un caos en la contienda electoral, lo cual ha hecho más difícil advertir o percibir cuál sería el medio o estrategia que emplearán los vecinos del Norte para definir el resultado de la Presidencia que les interesa.

Al respecto, vuelvo a decir que en 1988 la táctica gringa fue aquella famosa caída del sistema electrónico electoral que impidió a Cuauhtémoc Cárdenas llegar a Los Pinos. También fue visible la maniobra que utilizaron en el 2000 para que en el PRI no dejaran llegar a Roberto Madrazo Pintado a la candidatura y postular a Francisco Labastida Ochoa, quien estaba abajo de este político tabasqueño en encuestas y simpatías de priístas y ciudadanos, con el fin de que llegara el PAN por primera vez a la Presidencia de la República. Y la más reciente maniobra de los vecinos de arriba para hacer ganar al que han decidido es la del 2006 al activar otra versión de la caída del sistema electoral electrónico para disminuir la ventaja que llevaba AMLO sobre Felipe Calderón y cerrar con un conteo lento, controlado y manipulado, para encubrir la llegada de Calderón a Los Pinos con una victoria muy pírrica.

En esta ocasión pareciera que los gringos ya habrían dado el golpe para el regreso de los panistas a la Presidencia, acompañados ahora por los convenencieros del PRD, que serían el único prietito en este arroz, aunque Aanaya ya nombró a Miguel Angel Mancera como el armador del gobierno de coalición que formarían PAN-PRD-Movimiento Ciudadano en la Presidencia.

Recuerdo que allá por enero de este año, Meade escaló rápidamente al segundo puesto de las encuestas y generó ciertas expectativas porque no es priísta y se reconoce su trayectoria honesta, eficaz y profesional en su paso por Secretarías de Estado en los gobiernos de Calderón y Peña Nieto. No obstante, esa imagen ha sido borrada en buena medida por el PRI al imponer en la aberrante precampaña el discurso hueco y acartonado priísta. Las consecuencias de esto ya se ven: Meade cayó en febrero al tercer lugar en las encuestas y no puede salir de ahí, aunque no con los porcentajes con los que quieren engañar algunas encuestadoras que reciben buena paga por presentarlas como una debacle para el PRI y Meade, lo cual aún está lejos de ser cierto.

Si continúa esta tónica en la campaña electoral del frente Vamos todos por México y no puede sacudirse el manto de la corrupción que cubre al PRI, entonces habría de voltear a ver al panista Anaya como el posible presidente de México, lo cual se podría percibir a la mitad de la campaña, a finales de mayo.

Pero esto no es decisión de Meade o del PRI. En las primeras semanas de la próxima campaña electoral se espera que los gringos levanten a Meade, pero no precisamente para que gane el 1 de julio, sino para que lo coloquen casi al parejo de Anaya y así configurar al final elecciones muy parejas, muy cerradas, o si nuestros vecinos deciden legitimar más al ganador de la contienda, ubicándolo en la recta final cerca de AMLO.

Desde luego, los gringos están metidos con no pocas encuestadoras y pueden levantar a Meade, si así lo deciden, de tal forma que la campaña sea competitiva y colocarlo en la recta final de la misma muy cerca de Anaya y López Obrador para que al final, al más puro estilo de Trump, los vecinos del Norte puedan orientar las cosas hacia Anaya o Meade y que vuelva a pasar lo que ocurrió en 2006: hacer por tercera vez a un lado a AMLO.

REPESCA

AYER tuve la oportunidad de escuchar y ver un encuentro político muy singular, aunque desconozco si la idea era hacer un debate entre el ex gobernador Fernando Moreno Peña y la regidora de MC, María Elena Abaroa, como candidatos de las coaliciones PRI-Pvem y PAN-PRD-MC, respectivamente, al Senado de la República, pero al final se presentó Leoncio Morán Sánchez, ex panista y actualmente dirigente "ciudadano". Esto fue en la radio, en el programa noticioso de Noticias en el Blanco, con Edison Solís, y de cualquier manera fue una oportunidad para confirmar quién es quién en la política y el servicio público en el estado y para distinguir quién ha servido y quién se ha servido. Y es que por un lado estaba el ex gobernador del estado, ex diputado federal y ex rector de la Universidad de Colima, y, por otro, el ex alcalde de Colima, ex diputado federal plurinominal por el PAN y ahora dirigente estatal de MC, quien -contrario al priísta- no pudo presumir estos cargos debido a las precisiones que le hizo Fernando Moreno en cuanto a los actos de corrupción -por ejemplo- que cometió Leoncio Morán, sobre todo cuando fue el encargado de las finanzas del grupo parlamentario panista en la Cámara de Diputados. Reitero: FMP ha sido uno de los mejores gobernadores del estado porque a pesar de que tuvo circunstancias políticas adversas (sin mayoría del PRI en el Congreso de la Unión, por primera vez; con empate en el Congreso del Estado por la comformación del bloque opositor PAN-PRD, y con un presidente de la república proveniente del PAN), hizo acciones y obras importantes que han perdurado en beneficio de los colimotes. Por el contrario, Leoncio Morán no pudo presumir que haya sido un verdadero servidor público porque no lo fue. Las candidaturas a la gubernatura se las dieron en el CEN del PAN, no la militancia. Recordamos que cada 6 años iba constantemente a la Ciudad de México para ello. Pese a que perdió la elección de la gubernatura en dos o tres ocasiones, a Leoncio le regalaron después una diputación federal plurinominal, con la cual hizo un gran negocio al ser nombrado encargado de las finanzas del grupo parlamentario panista en la Cámara de Diputados. Sin embargo, como ahora la dirigencia nacional del PAN ya no le concedió nada, porque ya le había dado mucho, Leoncio renunció a este partido y emigró al MC con la condición de que fuera el dirigente estatal de este partido. Pero la ambición de Leoncio no paró ahí. Aprovechando este cargo, emuló al panista Ricardo Anaya y el morenista AMLO y se autodesignó candidato de la alianza PAN-PRD-MC al Senado de la Republica, y en la posición 1 de la fórmula, es decir, para embolsarse este cargo. Al final, Morán fue bajado de la candidatura a la que se había subido sin el permiso de la militancia "ciudadana", aunque no sería raro que ahora exigiera una diputación federal plurinominal por el MC y servir más a este su nuevo partido y no a los ciudadanos, tal como lo hizo cuando fue diputado por el PAN. Los colimotes sabemos quién es quién. Apreciamos quién sirve y quién no.