BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 27/12/2017

PARA LO QUE QUEDA DE DICIEMBRE

El 2018 será un año con una fuerte connotación electoral que permeará no sólo en el ámbito de la contienda por la presidencia de la república, sino que cualquier acción de gobierno o de los servidores públicos se verá con un trasfondo electoral; será susceptible, pues, a esa interpretación.

Más allá de los pepenadores del voto —como la diputada que compró más de 200 pollos asados para reglarlos, con todo y su imagen de portada—, los ciudadanos debemos estar al tanto de las propuesta y acciones de quienes pretenden gobernar nuestro país.

Estos últimos días que le quedan al 2017 son el momento propicio para pensar y reflexionar sobre nuestra actuar personal, pero también estar al tanto del país y el tipo de gobierno que buscamos construir.  Y para eso necesitamos decidir de manera responsable por quién vamos a votar.

Consolidar las instituciones y enfrentar los retos principales de la sociedad —la inseguridad, el desempleo, la pobreza y la ignorancia—  forman parte de un proceso que requiere de la participación de cada uno de los mexicanos. No creo en los mesianismos ni que con la llegada de equis candidato se acabará la corrupción, la inseguridad, el desempleo y todas las iniquidades de nuestra sociedad.

Tampoco creo que los grandes males de nuestra nación se deban a la corrupción de un partido político; será, en todo caso, un segmento de esta especie política, un matiz dentro de la gama que conforman los diversos partidos políticos en México: la corrupción no discrimina colores ni filias partidistas.

El 2018 será un año lleno de expectativas. Espero que se dé una buena participación de candidaturas independientes, abanderadas por ciudadanos que no pertenezcan a ningún partido político y que no sean —como se han dado los casos— políticos sin partido.

La democracia y el sistema político mexicano requiere de una mayor participación ciudadana. Quizá si participan candidatos sin filiación partidista se eleve la calidad del debate y escuchemos propuestas más serias, sustentadas y que tengan un origen real de las necesidades de la población.

DOS PUNTOS

Les deseo a mis estimados lectores que tengan un excelente fiesta de Año Nuevo y que disfruten los pocos días que le restan a diciembre, un mes mágico y emblemático para los sentimientos más sublimes del espíritu humano, como es el amor fraternal y la dicha de la paz.