BAÚLES

Administrador Colimapm | Opinión | 20/11/2017

POR: RICARDO SÁNCHEZ ARREGUÍN

LO QUE HOY SE RECUERDA, DÍA 20 DE 1910

Toda revolución apunta al cambio, sea por el camino violento que por el pacífico. Revolución entraña evolucionar. Hoy, noviembre 20, recordamos la vorágine provocada, primero por don Porfirio Díaz, con la ola de ebullición superior a los 30 años, en la que unos poquitos eran los dueños de casi todo y lo más eran dueños únicamente de su pobreza económica; luego, Francisco I. Madero, que sustituyó a aquél a partir del primer ejercicio realmente democrático en nuestro país, y que al asumir el cargo hizo fue demasiado lento en responder a las demandas sociales, sobre todo la de tierra y mecanismos para hacerla producir; un tercero en escena, el asesino de Madero, un tal Victoriano Huerta, que destrozó el gran esfuerzo en las urnas y se hizo del poder a la brava, dando paso, de esta manera, al escenario sangriento, que cobró la vida a 1 millón de seres humanos, de los 10 millones que había en nuestro país, en ese entonces.

Concluidas las hostilidades, es decir, una vez que Venustiano Carranza institucionalizó el movimiento revolucionario, con la firma de la Constitución de 1917, y su instrucción de armonización de ésta con las constituciones estatales, a continuación vinieron las purgas. Y aquí un paréntesis: no ha faltado historiador que echara en cara a Pancho Villa y Emiliano Zapata que no se hicieran cargo de la Presidencia de la República, en su toma de la Ciudad de México y su encuentro en la silla presidencial. Ellos, simple y sencillamente, expresaron que la silla no era para ellos, y que ahí debía estar un ciudadano honesto.

A Venustiano Carranza se le atribuye la autoría del asesinato de Zapata; como a Álvaro Obregón se le achaca la muerte de Carranza y Pancho Villa. Y, como quien a hierro mata, luego Obregón moriría por instrucciones de otro general, Plutarco Elías Calles, a quien le tocó bailar la más fea: pelearse con los hacendados y con el clero político, para hacerse de tierras por repartir. La llegada de Lázaro Cárdenas a la silla presidencial acabó con los asesinatos de políticos, generales revolucionarios. Lázaro Cárdenas se concretó a exiliar a su antecesor, Calles, cortando la ola de sangre. Y al "tata" le tocó repartir la tierra que pudo, es decir, cosechar lo sembrado por el callismo, y reencauzar al partido que había fundado también Calles, en 1929: el Partido Nacional Revolucionario, hoy conocido como PRI.

Las siguientes dos etapas de la política ya las conocemos: se cerró el ciclo de los generales de la Revolución, para dar paso al de los Licenciados, hasta 1982, en que arribó al poder el primer presidente neoliberal, Miguel de la Madrid Hurtado, colimense, y hasta nuestros días, más de 30 años con una agenda que pareciera camina en sentido contrario a los ideales de aquel movimiento de 1910.

¿Sirvió de algo la Revolución? ¿Qué hubiera sucedido si el obregonismo no se sale con la suya? ¿Qué habría pasado si Zapata o Villa toman la sartén por el mango, y asumen el poder? ¿Qué país tendríamos, en calidad educativa y formación ciudadana, de haber salido avante el proyecto político-académico de José Vasconcelos?

A 107 años de aquel movimiento sangriento, no pocos analistas e historiógrafos lo dicen, sin pelos en la lengua: con el obregonismo y la fundación del PRI en 1929, la Revolución Mexicana pasó a ser una Contrarrevolución.

Pero, como el tema es de suyo muy complejo, Usted, amable lector, tiene la mejor opinión.

DEL BAÚL DE LOS RECUERDOS

HABLANDO DE GOBIERNOS NEOLIBERALES. Cuando andaba en campaña electoral, Enrique Peña Nieto prometió un crecimiento económico de 5%. Hoy, de acuerdo con información oficial, de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México, el crecimiento por año es el siguiente, en el tiempo que lleva el actual gobierno: 2013, de 1.4%; 2014, de 2.3%; 2015, de 2.6; 2016, de 2.3%, y en lo que va del 2017 ha sido de 2%. Y eso que los gobiernos neoliberales presumen que lo suyo lo suyo es la economía y las finanzas. Por cierto, el operador de estas medidas económicas es quien será ungido, en breve, como el siguiente candidato presidencial del PRI: José Antonio Meade.

MI PÉSAME A LA FAMILIA DE ELI.   Me enteré, en la semana, del fallecimiento de Elizabeth Peñúñuri, una amiga a quien tenía algunos ayeres sin ver. Mi solidaridad con su familia, oriunda de Coquimatlán.

DOS VISIONES EN EL PRI COLIMOTE. Aunque del mismo partido, Martín Flores e Ignacio Peralta representan la visión de la política económica de los dos grupos priistas en Colima. El líder sindical saluda con bandera de la clase trabajadora, sobre cuyo eje sustenta su poder político, de ahí que hace escasos días haya sindicalizado a 500 trabajadores más; el gobernador, tecnócrata neoliberal, envió acuse de recibo con la nueva Ley de Pensiones.