QUE “¿CÓMO VAMOS? COLIMA” DEMUESTRE SU UTILIDAD
Lastimoso y vergonzante resulta ver a muchos de los que supuestamente son los emblemas del emprendedurismo y la cultura empresarial de Colima implorando al Poder Legislativo porque les aprueben una iniciativa de reforma a la Ley de Hacienda que podría redituarles en un elevadísimo presupuesto para que de ahora en adelante se conviertan en auditores-ciudadanos-pagados-con-dinero-público, bajo el estandarte de: “quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra”.
Casi con la Biblia bajo el brazo (como para que nos conmueva su petición hasta lo más profundo de nuestras creencias), la agrupación ¿Cómo vamos? en su franquicia de Colima, ha iniciado un esquema de “presión social” por persuadir a las distintas bancadas del H. Congreso del Estado para que aprueben la designación de un presupuesto público elevadísimo que arroje como resultado un “nulo avance en temas de seguridad”. Con perdón de los distinguidos integrantes de esta asociación empresarial, destacar que lo peor del Gobierno ha sido la seguridad lo puedo decir yo, y de una forma mucho más barata que a cambio del 5 por ciento del total del Impuesto sobre la Nómina (ISN) estatal. Desglosar la percepción ciudadana no debería ser tan oneroso, como nos lo quieren hacer ver los voceros del ¿Cómo vamos? colimense.
Entiendo su frustración. Ellos mismos lo han dicho, llevan cientos de horas (dicen) analizando el quehacer gubernamental, y aún así, en la evaluación publicada en noviembre de 2016 vieron un significativo aumento en materia económica (“el avance general del periodo evaluado fue de 66.8%, siendo el eje de Economía el que logró el mayor avance en sus compromisos: crecer en un 30% por encima del PIB nacional y avances en la elaboración de un estudio de gran visión”, dice literalmente su portal web), que no sé de dónde pudo haber salido, porque la percepción de quien escribe y de la sociedad colimense indica que la Secretaría de Fomento Económico es una de las peor calificadas en la actual administración.
Se habla de que el 5 por ciento del 2 por ciento global del ISN que genera cada empresa a nivel estatal representa alrededor de 8 millones de pesos anuales. Una infinidad de billetes para que un órgano supuestamente ciudadano justifique su existencia, y más en tiempos de hambruna como el que todos pasamos, incluyendo el Gobierno de Colima. Por tal motivo, me animo a proponerles algo a los integrantes de “¿Cómo vamos? Colima”: demuestren su utilidad, validen su trabajo y que en un plazo de tres años su exigencia presupuestaria sea tomada con más seriedad.
Mientras tanto, todos esos empresarios (que se dicen miles), financien su versión de Osafig ciudadanizado bajo su propio riesgo. Que los contadores, administrativos y abogados hagan trabajo “pro bono”, es decir, libre de costo para el pueblo, entreguen unas horas de “trabajo comunitario” a la semana, pero sobre todo, den grandes golpes; díganos cosas que no sabemos, no que el Gobierno tiene cero de calificación en Seguridad; díganos quién es el Javier Duarte de Colima, descubran una Casa Blanca o desentierren contratos multimillonarios por obras fantasma; que el trabajo de “vigilancia, estudio, evaluación y seguimiento de las acciones del gobierno”, como pregonan a los cuatro vientos, sea realmente trascendente en el ámbito social.
Tampoco es para que se descapitalicen las empresas que forman este conglomerado de espadachines de la justicia. Como dije, hagan trabajo “pro bono”, si acaso den becas a los colaboradores que hagan la talacha, den becas no muy remuneradas (tipo los salarios que les dan a los vendedores de piso en La Marina) y el imaginario social los tomará en cuenta de acuerdo a los resultados que entreguen. En el país más corrupto del mundo nadie va a creer la evaluación de un organismo que vive de impuestos desviados.
Incluso, no dudo que cuando vaya por un six o una promo de 12 Bud Light´s por $99 a un Kiosko, diga que sí al redondeo en pro de “¿Cómo vamos? Colima”. Pero esperaré resultados.
PASE DE SALIDA…
Visto del primer Festival del Volcán a la fecha, se ve que la proyección mediática del trienio del alcalde capitalino Héctor Insúa se centrará en este evento. Poca promoción se ve cuando el centro de la ciudad adolece de este popular evento. La incógnita es si sólo el Volcán Fest le alcanzará para lanzarse por otro puesto, o incluso, por una hipotética búsqueda de la reelección.
PASE DE SALIDA 2…
Parece que la Fundación Jorge Luis Preciado le está causando más dolores de cabeza al Senador colimense, con eso de los fraudes cometidos “en su nombre”.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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