El equipo del colegio Anáhuac está haciendo historia en el baloncesto colimense, tiene un récord de 18-0, en la rama varonil de la Segunda B. La escuadra está conformada principalmente, por alumnos y egresados del centro educativo, los cuales han participado en torneos y competiciones nacionales con éxito.
Uno de los refuerzos del equipo para esta temporada, es el francés Max Odillard, que se encuentra estudiando en Colima. Asimismo, Ángel Contreras de la Mora, que es jugador y entrenador. Ambos jugadores se desempeñan como centros, una de las posiciones más complejas en el deporte ráfaga, y en la cual, ayudan a sus compañeros a conseguir rebotes.
Conscientes de que son un equipo plagado de jóvenes, aprovechan la velocidad para sumar puntos a la ofensiva. Y al defender, utilizan marcación de zona o personal, que hace que roben balones con facilidad. Es de los pocos equipos en la liga que entrenan y efectúan jugadas sistematizadas en los juegos. “Los entrenamientos y las horas en gimnasio, son fundamentales para el accionar del equipo”, reconoció el estratega.
Debido a la calidad de algunos jugadores del colegio Anáhuac, entrenadores de diversas categorías han intentado reclutarlos, pero ellos han preferido mantenerse en la escuadra. Entre los jugadores que han sobresalido en el actual torneo, son: José López Olmos, se desempeña como movedor, bota con ambas manos. Penetra con facilidad la pintura, tiene doble dígito en puntos y asistencias. Es el máximo anotador del equipo. Tiene calidad para estar en la selección universitaria.
Otro de los jugadores claves en el equipo, es Alan Contreras Meza, quien juega de movedor o escolta, su ídolo de la NBA es Russell Westbrook. Con varias olimpiadas nacionales, Alan corre la duela con soltura y asiste a sus compañeros. Quien ha tenido un crecimiento importante en los últimos meses es Samuel Silva Martínez. Debido a su resorte, consigue puntos y rebotes a la ofensiva. Tiene que mejorar su juego de pies y los pases.
De continuar con ese ritmo, el equipo es amplio favorito para ascender a la Primera A, sin embargo, Ángel Contreras, reconoce todavía están analizando su posible ascenso. “Los muchachos sí quieren subir; les gustan los retos. Yo no quisiera, hay mucho ego y buenos golpes”. Por el momento, los jugadores del colegio Anáhuac siguen mentalizados para continuar invictos y conseguir el campeonato en la Segunda B.
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