LA PANGA

MAYAHUEL HURTADO | Opinión | 20/01/2017

¿DÓNDE ESTÁN LOS PADRES? AHORA SE LLAMAN LEGIÓN HOLK

Por lo menos tengo diecisiete años como docente de educación secundaria y a lo largo de casi dos décadas de trabajar con alumnos utilizando el modelo de Carls Rogers pude tener mucha cercanía con ellos y de alguna forma, esto me permitió adentrarme a ciertos problemas en planteles educativos, pero además, darme cuenta de lo que los alumnos sentían, pensaban, de situaciones de casa y de algunos esquemas de grupos que formaban.

Para nadie es un asombro el saber que los adolescentes de veinte años a la fecha han manifestado de diversas formas la falta de atención que hay en casa, esto derivado en un alto porcentaje de la gran necesidad de trabajar por parte de sus padres. En algunos casos las situaciones son más fuertes, pues en cada historia hay sucesos que han marcado sus jóvenes vidas y los llevan a tener conductas inapropiadas o tomar caminos equivocados.

Tuve la fortuna de trabajar en los dos sistemas, el público y el privado, en el sistema de educación pública un alto porcentaje de alumnos proviene de padres  que trabajan y que por consiguiente, no pueden estar al pendiente de las necesidades primordiales en sus hijos, debido a que deben cubrir las necesidades económicas de la familia y el salario no alcanza, por lo que en ocasiones doblan turnos o tienen dos empleos.

En otro casos los padres que gozan de un estatus económico solvente, es decir de clase media hacia arriba y que tienen hijos que acuden a escuelas públicas, no pueden acudir a las reuniones debido a que los puestos de trabajo que ocupan son de gran responsabilidad y aunque hacen grandes esfuerzos por que sus hijos tengan lo necesario, no alcanza el tiempo para estar al pendiente de su desarrollo académico y actitudinal.

Sin embargo la situación más complicada viene para las madres solteras, que por lo general tienen trabajos absorbentes y que cumplir con las obligaciones de casa, eso definitivamente les limita la posibilidad de acudir a una cita en la escuela o también estar al pendiente de lo que hacen los hijos en el tiempo que ellas se encuentran en el trabajo. Y aunque ellas realizan un sinnúmero de estrategias para mantener la comunicación con sus hijos, en un porcentaje importante de casos, los hijos van acumulando situaciones en el ámbito escolar que merma definitivamente en su desarrollo académico.

Pero es muy importante resaltar que donde mayormente se presentan problemas que se reflejan en la escuela es en los hijos provenientes de familias desintegradas, quienes no tienen en casa quien marque las pautas y están desarrollándose en ambientes de violencia intrafamiliar o abandono que terminan por perjudicar su desarrollo académico y hay casos en los que sus estudios se ven truncados.

Pero no es un tema exclusivo de padres que trabajan, existen los casos de hijos de familias acaudaladas, en donde el padre o madre de familia son empresarios exitosos y su mundo de negocios los lleva a recurrir a personas que son las guías de sus hijos, pero eso no es garantía de que los adolescentes vayan a tener un desarrollo armónico en la etapa escolar, porque la falta de atención de las figuras paternas, en algún momento detona en situaciones que ocurren al interior del aula y generalmente éstos alumnos acuden a escuelas privadas, que ofrecen un horario extendido y actividades deportivas por la tarde. Sin embargo eso no ha sido garantía para evitar actitudes o acciones inapropiadas, tal es el ejemplo que ocurrió en el colegio Americano del Noroeste en Monterrey, donde las aulas contaban con cámaras de videovigilancia y todo el equipamiento para que los alumnos desarrollaran sus competencias.

¿Qué falló? Probablemente la comunicación de padres a hijos, probablemente el que se refuerce la figura de autoridad en el docente y se permita actuar de manera oportuna ante las primeras actitudes hostiles que presente algún alumno, también pudo fallar el que no se cuente con un reglamento que priorice que los alumnos eviten llevar todo objeto ajeno al desarrollo educativo.

Y es que en ninguna escuela se enseña a lastimar, pero es en la escuela cuando se atienden los casos de la conducta inapropiada de algunos alumnos, en donde hay padres sobreprotectores que a tiempo no pusieron límites, no están enterados de con quienes conviven sus hijos o se conectan en las redes sociales. Al parecer se les dota de un Smartphone para su entretenimiento, pero no se regulan los contenidos a los que acceden todos los días.

Y es en esta libertad mal interpretada donde los jóvenes ingresan a foros en donde hay usuarios con nombres ficticios que incitan a lastimar a los más vulnerables, considerando a la violencia como un acto de heroísmo. Ahora se llaman Legión Holk, mañana, pasado, tendrán otro nombre y esto se agudizará si los padres no están al pendiente del desarrollo y actitudes de sus hijos, pero muy acentuadamente de quienes son sus amigos físicos y más aún los amigos virtuales.