“Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro”. Georges Clemenceau. (1841-1929)
Se me hacía raro. El panismo colimense trabajando en santa paz y en orden. No es una circunstancia que invente derivada de los hechos recién acontecidos; hay que revisar un poco la historia de este partido en las últimas dos décadas para entender qué pasa a su interior. No existe formación político-partidista. Esa es la ventaja que siempre tendrá el Revolucionario Institucional sobre los blanquiazules, por eso se las ganan todas, por eso, lo pierden todo.
Ha llamado mucho la atención en que tan fácilmente, los panistas, representados en Jorge Luis Preciado Rodríguez, pierden el proceso electoral luego de una lucha que al menos hacia afuera, pareció encarnizada.
Y no se puede alegar respeto a la legalidad o institucionalidad porque las elecciones pasadas estuvieron muy por debajo de todo esto. Insisto en fue raro porque, nos guste o no, la estructura que creo y utilizó para contender el oriundo de Coquimatlan parte de un hombre formado en el sistema: Oscar Zurroza Barreda, esto es, los priistas fuera del PRI formaron estructuras paralelas a las del tricolor y así enfrentaron a sus correligionarios y por un poco, se quedan con la gubernatura; que no es cualquier cosa, aun siendo uno de los estados más pequeños del país y cuya representatividad electoral en el contexto nacional es casi irrelevante.
Es reiterativo hablar de las razones por las que este proceso electoral dejó mal sabor de boca en los colimenses que votaron. Solo por citar ejemplos, 1.- La actuación del Instituto Electoral, los consejeros y su titular, 2.- Las versiones priistas en el sentido de que ésta fue una elección de Estado, 3.- Un mal ejercicio de los recursos destinados a las campañas de los partidos más representativos del estado 4.- Las escisiones dentro del panismo recaídas en la separación de un panista “tradicional”: Leoncio Morán Sánchez; 5.- El escándalo financiero del sexenio de Mario Anguiano 6.- la comisión de delitos electorales y la anulación del proceso, 7.- las pésimas condiciones laborales de la generalidad de la población y de la planta burocrática que forzó el voto en aras de mejoras que aún se espera sean concretadas 8.- La exposición de los candidatos y sus fortunas en el poder; y finalmente 9.- la confusión generada a partir de alianzas y coaliciones, nadie sabía a ciencia cierta por quien votar.
Pero la historia ya se escribió, al menos en lo concerniente a ese proceso electoral. Tenemos gobierno priista y un poder legislativo hasta hace unos días en manos de la oposición representada mayoritariamente hablando, por militantes, algunos simpatizantes del albiazul y otros, producto de coyunturas políticas; de ese modo los medios informativos consignan que el licenciado en educación física y petista, Francisco Javier Ceballos Galindo, impulsado por el grupo de Salvador Fuentes; que el locutor de radio, Luis Ayala Campos del equipo de Virgilio Mendoza y el profesor ex priista, Nicolás Contreras Cortes, renuncian a la plataforma que los impulsó al cargo –la del PAN- y se vuelven “independientes”, supongo, a pedimento expreso de los distritos XIV, VII y II, a los cuales representan aunque hasta ahora ninguno de sus habitantes haya manifestado que esto ocurrió, claro está.
CONTINÚA...
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