COMM-POLITICS

ALEX CARBAJAL BERBER | Opinión | 23/06/2016

LA GUERRA DE LOS 638 MDP

El tema del juicio político/demanda por peculado que se promueve desde varios frentes en contra de Mario Anguiano Moreno y algunos de sus ex colaboradores, entre los que destacan su líder de gabinete, Rafael Gutiérrez Villalobos, y su última secretaria de Finanzas y Administración, Blanca Isabel Ávalos Fernández, será un tema escabroso que dará de qué hablar en el mundillo político colimense, los medios de comunicación, y el sentir popular, durante varios meses.

Los actores esenciales serán, por supuesto, los tres poderes, dado el involucramiento directo del Ejecutivo (el de Mario, el “interino” y el actual), del Legislativo (una misma legislatura de ex mayoría panista que aprobó el crédito y ahora busca enjuiciar), y el Judicial, que será observado con lupa por una sociedad que exige transparencia y justicia, sin olvidar al ámbito político, destacando a los dos partidos protagonistas de esta polémica, el PRI y el PAN.

Dos actores naturales –desde la trinchera de sus conveniencias actuales–, serán el Revolucionario Institucional, cuyo vocero/presidente, Rogelio Rueda, fue actor secundario en la gestación del primero de los créditos de la discordia, y desde el otro extremo, Acción Nacional, cuya mayoría legislativa aprobó el 22 de septiembre de 2015 el “decreto de autorización” para contratar el crédito de los famosos 638 millones de pesos.

El punto donde la historia viró de una manera imprevista, se dio hace unos cuantos días. En diversas redacciones de la entidad, y a manos de varios periodistas, llegaron un par de copias correspondientes a los contratos de apertura de créditos por un máximo de 500 mdp, firmado entre el Gobierno del Estado de Colima y el Banco Interacciones (con fecha del 2 de enero de 2015), y del crédito por 638 mdp (firmado el 16 de diciembre de 2015), entre las partes ya mencionadas, en las cuales es inevitable encontrar discrepancias con respecto a la propuesta de sanción del Osafig que desató todo esta guerra de lodo.

Para no alargar demasiado este tema, les abrevio que con respecto al primero de estos créditos, por hasta 500 mdp, adquirido el 2 de enero de 2015 (sin contar con la autorización del Congreso del Estado), hay tres firmas involucradas: la del ex gobernador Mario Anguiano, la secretaria de Finanzas y Administración, Blanca Isabel Ávalos, y el ex secretario General de Gobierno, Rogelio Rueda Sánchez, quien ahora funge como presidente del PRI (¿…?).

De los ya famosos 638 mdp, la copia del contrato de apertura de crédito muestra que fue celebrado entre el Banco Interacciones y el “gobierno interino”, signado el 16 de diciembre de 2015 –sí, ¡un mes antes de la elección extraordinaria!– por el entonces gobernador Ramón Pérez Díaz, su secretario General de Gobierno, Arnoldo Ochoa, y su secretario de Planeación y Finanzas, Carlos Arturo Noriega, los dos últimos ratificados por el gobernador Ignacio Peralta Sánchez en su gabinete.

Sabido lo anterior, prevemos que tanto PRI como PAN tendrán mucho qué explicar, mientras los medios y la opinión pública atestiguan el inicio de una gran novela; un thriller político a la mexicana.

Pase de salida…

Hace unas semanas, se vitoreó en un comunicado oficial que el gobernador Ignacio Peralta “destrabó” los apoyos del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) para empresarios locales, al pagar pasivos por 18 mdp con este Instituto, correspondientes a 2014 y 2015, tal como lo anunció el mandatario en una rueda de prensa donde estuvo presente el titular de dicha dependencia federal, Enrique Jacob Rocha. Pues comentan por ahí que Jacob se fue “sorprendido”, por decir lo menos, porque la estrategia de comunicación del actual gobierno se concentrara en denostar a la del “corazoncito Me Late”. La sorpresa fue mayúscula, también, porque Jacob y todo su personal, habían hecho –y hacen– muy buenas migas con los ex funcionarios de Anguiano Moreno, y el propio Mario.