?

CULTURALIA

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 29/04/2016

HEROÍSMO TRÁGICO CONTRA EL VICTORIOSO

Cuauhtémoc, Moctezuma, Hidalgo, Morelos, Aldama, Madero, Villa, Zapata, Carranza, son los nombres de los héroes nacionales que se replican en la mayoría de las calles principales, plazas y edificios públicos de nuestro país; en contraparte en ningún lugar o en muy pocos distantes y desconocidos se alude algún motivo importante en honor a los reyes católicos Isabel y Fernando, así como a Colón, Cortés, Carlos V, Mendoza, Nuño B. de Guzmán, Monteagudo, Iturbide, Guerrero, Santa Ana, Díaz, Obregón o Calles; lo que resulta raro y para mí difícil de comprender si vemos el hecho de que la heroicidad de un individuo parte de la premisa de que deberá ser ejemplo en todos los sentidos y expresiones para el resto y particularmente para las posteriores generaciones.

Aquí cabría preguntarse ¿Por qué los mexicanos honramos a los perdedores y no a quienes puestos en la fría balanza de los hechos efectivamente resultaron triunfadores y no solo eso, sino que su participación fue esencial en el devenir histórico y como de manera congruente y lógica, sin que por eso seamos copiones, sí lo hacen en otros lugares como de Europa, Asía, África y Norteamérica?

Abro con este preámbulo porque el lunes pasado entre otras actividades atendí la invitación de asistir a una charla ofrecida por mi amigo de años Rubén Pérez Anguiano, el exsecretario de Cultura y de Desarrollo Social en el Gobierno estatal y actual Coordinador de Asesores ahí mismo. La convocatoria corrió a cargo de Liderazgo Internacional, A.C., una agrupación sin fines de lucro que como materia básica busca el desarrollo de las habilidades oratorias como herramienta para el crecimiento personal y mejor desempeño profesional de sus integrantes, quienes sesionan, según entiendo, todos los lunes a las 19:30 horas en el auditorio del Museo Jorge Chávez Carrillo, al sur de la ciudad de Colima.

“Heroísmo trágico y heroísmo victorioso en el pensamiento mexicano” fue el tema que Rubén Pérez abordó y que versó precisamente sobre esa forma en la que los latinoamericanos y especialmente los mexicanos concebimos al heroísmo histórico, al reconocer y erigir como tales a individuos que en los hechos y bajo su propia circunstancia resultaron fracasados en su empresa, a los perdedores de su movimiento, a los derrotados en su campo; de tal manera que solo uno, del amplio panteón oficial, se salva por haber sido ganador y ser reconocido y ponderado institucional y popularmente como héroe nacional: Benito Juárez.

Una generalizada actitud derrotista que él asumió y coincido, como parte de una cultura arraigada por generaciones desde nuestra formación inicial y que en una muy malentendida humildad no nos permite concebirnos ganadores, exitosos y merecedores de lo bueno que nos pueda acontecer en cada circunstancia de vida y lo ejemplificó con el leguaje en diminutivo que tanto socorremos o los eufemismos a los que de ordinario recurrimos para decir una cosa con otra.

Lo que ilustró con lo de “Colima, Capital Americana de la Cultura”, distinción que muchos colimenses oriundos y otros avecindados objetaron con el descrédito comparando lo que somos y que hemos sido con otras localidades por su arquitectura o algún elemento turístico, incluso comercial, sin permitirse entender que la denominación tiene alcances mucho más profundos y que además del entorno natural o aparente hablan y nos remiten al pasado que hemos heredado, que nos une e identifica dentro de nuestra pluralidad de colimenses y mexicanos, como sí lo entienden y ponderan en otras latitudes. Tal como lo apuntó Pérez Anguiano, según reconoció, a partir de una lectura hecha a Luis González de Alba.

Para finalizar el ponente hizo un exhorto para que vayamos cambiando esa vocación por la derrota, esa proclividad al fracaso y para que admirando lo realmente admirable en vez de pasárnosla condoliendo y justificándonos con el “ya merito” del mexicano y las periódicas tragedias políticas y futboleras, nos rebelemos y mostremos de qué estamos hechos tomando como paradigma las figuras del explorador, el valeroso, el conquistador, el fundador, el conciliador, el visionario, el estabilizador y la del ganador que también llevamos en nuestra genética y sangre mestiza, tomando una eventual condición de éxito como la consecuencia lógica de un proceso formativo y aspiracional, más que de una intención o actitud espontánea. ¡Empecemos pues y desde lo individual labremos en el cotidiano nuestros éxitos, reconociéndonos en los verdaderos triunfadores!

The feeling of replica handbags uk is noble and gucci replica , but hermes replica black replica hermes bag will not give this handbags replica. The black Hong Kong-flavored shoulder replica handbags is engraved with a delicate kitten pattern, giving a kind of Playful and cute feeling.