CULTURALIA

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 13/11/2015

LEBRÓN PARA INICIADOS

El primer oidor de la Nueva España, como se sabe fue el licenciado Lorenzo Lebrón de Quiñones. Lorenzo irrumpe en la historia en 1547, cuando la corona crea la Audiencia de la Nueva Galicia, con sede en Compostela. Lebrón recibió el nombramiento de oidor y alcalde mayor para el nuevo tribunal, por real cédula de 21 de mayo de 1547. Contaba 34 años y era soltero. Nació en Santo Domingo hacia 1513, en el seno de una familia destacada en la burocracia indiana.

Su padre fue el licenciado Cristóbal Lebrón, también “oidor en la Real Audiencia de Santo Domingo de la Isla Española y murió nombrado obispo y presidente de ella por el Rey. Jerónimo, el hermano mayor de Lorenzo, fue Gobernador de “Santa Marta y Nuevo Reino de Granada”, al dejar aquella gobernación Pedro de Lugo, “en la cual sirvió Jerónimo Lebrón siete años y mas hasta que se proveyó Audiencia Real y al dicho Jerónimo Lebrón mandó vuestra alteza viese en la gobernación de San Juan de Puerto Rico”. En este pueblo falleció, después de ganarse la confianza de los indios a la par de la enemistad de los encomenderos.

Lorenzo, entonces, heredó de él, de su hermano, un regimiento en la cuidad de Santo Domingo. De oidores fundadores de la audiencia de la nueva Galicia fue el primero que ocupo el cargo. Después de presentar credenciales ante el acuerdo de la audiencia de México en noviembre de 1548, pisó tierras novogalaicas un mes más tarde, hospedándose al principio en la casa del obispo Pedro Gómez Maraver. El 19 de enero de 1549 llegó a Compostela y, 2 días después, mando pregonar las ordenanzas de la recién erigida Audiencia. Sobre Lebrón recayó la difícil tarea de establecer aquella institución.

Diversos puntos de particular acidez ocuparon el interés de aquella primera Audiencia de la Nueva Galicia. Uno de ellos quedó claramente definido desde un principio: tanto para la Real Audiencia de la Nueva España como para los vecinos de la Nueva Galicia, la Audiencia con sede en Compostela no tenía muchos motivos para existir, además que sus oidores poco trabajo realizaban y el costo para la hacienda real excesivo, sobre la inviabilidad de esta audiencia. El segundo renglón de dificultades fue la aplicación de las nuevas leyes promulgadas en 1542, que ponían sobre el tapete las relaciones entre naturales y encomenderos. Y un tercero fue el enfrentamiento por motivo del alcance territorial de su jurisdicción con la audiencia novohipana.

Pero ¿Por qué es importante este personaje para colima? Bueno, hay que apuntar que luego de dos años y no sin enfrentar los problemas políticos mencionados, concluyó la redacción de su informe conocido como: “Relación Breve y sumaria de la visita a 200 pueblos” en 1554, documento fundamental en el que hace inventario de los vecinos de la Villa de Colima y de manera pormenorizada da cuenta de las propiedades y tipo de producción que los españoles en su condición de encomenderos tenían en esta región, denunciando además abusos y excesos.

Así, señala que los principales productores de Cacao eran los Cáceres (Manuel, de quien se presume fue el original introductor de la semilla, cultivo y técnica a la región), Preciado, Arévalo, Alcalde, Arana, Segura, López y Maya, en la parte norte y al sur, por el río Nahualapa (Armería), los propietarios de cacahuatales, eran los Aguilar, los De la Torre, Jiménez, Pérez, Fernández, así como los que producían en la Villa de Colima, como Carrillo, Martel, Monje, Veedor, Paez, Almesto y Chavarín, quienes en conjunto tenían más de 752 mil árboles, además de las zonas de mayor explotación como Alima, Motines, Mazatlán y Xicotlán.

En septiembre de 1554 Lorenzo Lebrón, escribió solicitando licencia para casarse con una encomendera que tuviese pueblos dentro de la jurisdicción novohispana y no de las Nueva Galicia, para soslayar así las prohibiciones que había al respecto. En 1556 se dicta sentencia sobre su gestión como oidor de la Nueva Galicia: fue privado de sus cargos y sancionado con fuerte multa para cuyo pago, tuvo que vender ropa, libros y efectos personales. Una vez preso, logró escapar a Nueva España donde recibió protección de los franciscanos y del virrey Velasco; desde la capital novohispana escribió a la Corona defendiéndose de los cargos.

En 1559 en España Logró que el Consejo de Indias revisara su caso en 1560. La sentencia final absolutoria le fue otorgada en noviembre de 1561 y por la Real Cédula de 10 de enero de 1562, se mandó reintegrarlo a su cargo de oidor de la Nueva Galicia con la devolución de sus atribuciones. Fue demasiado tarde, la muerte lo alcanzó en el trayecto de España hacia acá, tenía 50 años de edad. Legado suyo es la construcción del Convento de San Francisco de Almoloyan, cuyas ruinas aún permanecen dando testimonio de su presencia en Colima.