BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 03/06/2015

POR QUÉ VA A PERDER EL PAN LA GUBERNATURA

El PAN va a perder la gubernatura por lo siguiente: definió al peor candidato que tenía y éste, a su vez, ninguneó a verdaderos panistas, dejándolos fuera de los puestos clave de su campaña y poniendo en su lugar a perredistas y priistas defenestrados, así como a un ex anguianista.

Va a perder por la incongruencia de su candidato, quien mintió al decir que había entregado al Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) su declaración patrimonial cuando sólo presentó una carta compromiso, por lo que engañó conscientemente y con alevosía a la población.

Aunado a eso, al ponerse la máscara en el debate Jorge Luis no sólo perdió la seriedad y compostura, sino que también perdió a un sector del electorado que vio en este desplante la personalidad circense del panista.

Al evadir a los cuestionamientos formulados en el libro de José Reveles, Las manos sucias del PAN --en el cual se le imputa haber desviado recursos de Sedesol para la campaña presidencial de Felipe Calderón-, nunca pudo materializar en los hechos la figura de candidato honesto y limpio que pregonó en campaña.

Tampoco logró, cabalmente, responder a las inexactitudes y divergencias de sus anteriores declaraciones patrimoniales, hechas públicas cuando llegó al senado como legislador en el 2012, luego como coordinador de la bancada en el 2013 y por último, la más reciente –con omisiones ésta—cuando se presentó como candidato a gobernador en este año.

Pero lo peor, lo que sacó al PAN de la jugada desde un principio, fue la deserción de dos personajes claves de las filas de ese partido: Leoncio Morán y Virgilio Mendoza. Si se hubieran quedado, otra sería la historia que se va a escribir el próximo domingo.

Dos puntos:
El PAN estatal, al término de las elecciones, deberá pasar por un proceso de depuración. Porque obviamente algo, en su estructura interna, está mal.