EL PELON PELONETE. Cuando comenzó a sonar con más fuerza la posibilidad de que el diputado Arturo García Arias fuera designado candidato del PRI a la presidencia municipal de Tecomán, un importante empresario de ese lugar preguntó a varios de sus allegados:
--¿Cuánto hay que invertir para que pierda Arturo García Arias?
No sé qué fue lo que le respondieron sus interlocutores a ese empresario, pero yo le confié al que me lo dijo:
--No le va a salir muy caro, porque el calvito García Arias va a ser un candidato muy vulnerable, si es que resulta serlo, por ser un traidor.
El empresario con el que hablaba me dijo, dolido por lo que le hizo García Arias en el pasado:
--A mí no se ha acercado para pedirme apoyo.
En fin: el pelón García Arias finalmente resultó ser el candidato tricolor a la alcaldía tecomense, y por supuesto que se sabe bien vulnerable. Un priísta conocedor del teje y maneje me reveló:
--Arturo García Arias anda muy preocupado: sabe que se la van a cobrar por todas las que hizo contra sus propios compañeros de partido.
Y así es, en efecto: el pelonete García Arias dejó hace seis años las praderas tecomenses incendiadas, cuando por su labor de zapa, en venganza por no haber resultado ser el candidato a presidente municipal en esa ocasión, se dedicó a sabotear la campaña de Flavio Castillo Palomino, el abanderado tricolor a la alcaldía. Así, resulta lógico preguntarle al tipo: ¿con qué cara va a ir a pedirle el apoyo a los mismos a los que traicionó en los comicios del 2009?
Hay que recordar que García Arias no sólo fue el caballo de Troya que permitió que el candidato del PAN pasara encima del priísta Flavio Castillo, sino que también se pisoteó a los miles de seguidores que le habían dado su confianza a un buen abanderado, pero que tuvo la mala fortuna de contar entre sus propias filas a un quintacolumnista que le asestó la puñalada trapera.
Las cosas están así: por un lado, hay una fuerte corriente de priístas que no quieren a García Arias, dado su sucio actuar cuando no resulta ser el beneficiario de una decisión del partido; por el otro, el pésimo papel jugado por Héctor Tito Vázquez Montes, el alcalde saliente de Tecomán, que deja abonado el camino para que el PAN vuelva por sus fueros.
Así, el panorama de Tecomán se vislumbra sombrío: malo el candidato y malo el alcalde en funciones, que se supone tendría que aportarle algunos votos por un buen desempeño en el cargo, algo que no existe. Vamos, cómo andarán las cosas en el municipio tecomense, que hasta los trabajadores sindicalizados (otrora los más fervientes impulsores del partidazo) han sido los primeros en llamar a no votar en las elecciones del 7 de junio por un PRI que los ha engañado a todos vilmente.
De manera, pues, que el pelón pelonete García Arias la tiene en chino, en japonés, en vietnamés o en coreano, pues al final de cuentas todos esos tienen los ojos de rendija. Será su karma.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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