LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 08/02/2015

“HAIGA SIDO COMO HAIGA SIDO…”

Frase que el entonces candidato y actual expresidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, retomara en una entrevista con la periodista Denise Maerker, para afirmar cómo según él, dicen en su tierra (¿?): https://www.youtube.com/watch?v=M5N3GuLXRF8, que ganaría la elección no obstante los señalamientos de ilegitimidad que desde entonces, como haciendo eco a la vox populi lo hace ver la propia Maerker, ya acusaba desde su cierre de campaña y que a la postre valieron a sus opositores para nombrarlo “presidente ilegítimo”, apelativo que cundió y que en mucho minó, junto con otras circunstancias, la toma de protesta (por la puerta de atrás) y el posterior desempeño del panista al que, verbigracia, le tocó regresar la presidencia al PRI.

Aquí el hecho es que “haiga sido como haiga sido” y no soy quien para cuestionarlo, el Candidato del PRI, actual precandidato a la gubernatura, será José Ignacio Peralta, según se acordó, reconoció y fue registrado ante el CDE del tricolor colimote el sábado 31 de enero frente a las dirigencias nacional y estatal y con la compañía de los otros nueve enlistados, quienes se supone con ello hicieron patente su aceptación, respaldo y conformidad y, por tanto, su apoyo manifiesto mismo que dados los tiempos es imperativo se traduzca en hechos visibles, tangibles y palpables en bien del proyecto político que se propone ha sido formulado para bien de Colima y que encabeza el joven economista colimense.

En dicho sentido es de reconocer la actitud responsable y madura que en cada oportunidad, frente a propios y extraños, ha mostrado quien sin lugar a dudas fue el más fuerte competidor del virtual proceso interno que enunció el PRI desde Colima, Federico Rangel Lozano, el actual alcalde capitalino, un hombre que ha sabido dar vuelta a la página ratificando su institucionalidad, condición y nivel ciudadano, mostrándose como ejemplar soldado en la batalla y efectivo caballero frente al resultado que no le favoreció, dándose la oportunidad de pronunciarse abiertamente y de seguir sumando a la causa de su partido y de Nacho Peralta como indiscutible abanderado.

Es esa actitud de sumas a la que contra reloj es deseable también se adhieran el resto de los enunciados aspirantes, no solo de palabra como hasta hoy se ha visto y, por supuesto, sus presuntos equipos de trabajo, si es que quieren que el resultado electoral favorezca a su partido el domingo 7 de junio. La tarea no es menor el potencial electorado, al margen de cualquier prospecto, se observa desalentado, la crisis de credibilidad contra los partidos y la clase política se palpa, no es ocurrencia, es real, la sombra del abstencionismo es más que una amenaza y así debe verse para actuar en consecuencia y con hechos convencer de que con esta candidatura a favor de José Ignacio es posible no solo ganar bien una elección sino hacer un gobierno que alcance las expectativas ciudadanas que de suyo se puedan fincar.

La plataforma electoral sobre la que se sustentará y que adelantó en su discurso de registro el precandidato, se entiende será efectiva de forma y fondo, para la que él como hombre preparado y con una visión de gobierno que aspira a la ejemplar gobernanza, precisará evitar errores pasados y sitios comunes para la conformación de un equipo solvente, integrado por gente que no solo coincidirá con él, en razón de su personal trayectoria pública sino que también ponderará la pertinencia de gente con prestigio, mujeres y hombres con la experiencia necesaria que de ninguna manera es exclusiva de la edad, individuos influyentes y asertivos que hayan mostrado más que sumisión personalidad propia, capacidad en la administración pública o privada y quienes además, al margen de las siempre subjetivas filias y fobias, se hayan caracterizado por su arraigo, presencia, rentabilidad y clara sensibilidad social, verdaderos servidores públicos. Esperemos, no tengo duda que así será.

RECADITO: Esta claro que a estas alturas poco ayudan al proyecto de José Ignacio y de la proclamada unidad del PRI, los presuntos padrinazgos y las actitudes triunfalistas de los infaltables oficiosos “quedabien”.