48 HORAS. Ignoro si es para bien o para mal, pero en el tema de las encuestas que se han hecho públicas a últimas fechas ya metió su institucional cuchara la burocracia, representada en el Instituto Electoral del Estado de Colima: dio 48 horas de plazo a dos medios de comunicación locales para que precisen su información, dado que existen lineamientos que se deben observar al pie de la letra, so pena de sanción económica.
Los medios a los que se les envió sendos oficios para que se pongan a mano con su información ante el IEE son el portal digital La voz de Colima y el impreso Diario de Colima. Así, en virtud de que los oficios tienen fecha del sábado 6 de diciembre del presente año y que la respuesta debería darse en 48 horas hábiles (y en temporada electoral todos los días son hábiles), a ambos medios se les venció el plazo este lunes 8.
A reserva de lo que La voz de Colima y La jaula de las locas haya respondido al reclamo del IEE, es innegable que la publicación indiscriminada de encuestas tiene que ser controlada por un árbitro institucional. El arbitraje, que en este caso es el del órgano electoral –federal o local, según sea el caso—, vaya que peca de estricto con los criterios que se deben observar en toda encuesta que se dé a conocer durante toda esta temporada previa a los comicios del 2015.
De acuerdo con el lenguaje burocrático y leguleyo del oficio del IEE, los dos medios de comunicación deben precisar “el estudio completo (criterios científicos) y la base de datos obtenida en los sondeos de opinión realizados, así como un informe sobre los recursos aplicados en la realización de la encuesta o sondeo en mención, acompañados de la factura que respalde la contratación de la misma, en la cual deberá explicitar el monto y la proporción que hubiese sido efectivamente cubierto al momento de la publicación”.
De no haber una respuesta satisfactoria, y en base a innumerables artículos, fracciones e incisos de cuanta ley electoral rige a lo largo y ancho del país, se procederá a aplicar las correspondientes sanciones. Obvio: la multa no vendría de parte del órgano electoral, sino directamente de la Secretaría de Hacienda. Por cierto, en lo que se refiere a La jaula de las locas, sobra decir que ya tiene amplia experiencia en su tormentosa relación con Lolita: baste recordar el sonado caso de su evasión de impuestos.
Demasiados requisitos, a mi juicio, son los que pide el IEE a los que realicen encuestas de aquí a que termine el proceso electoral del 2015. No obstante, hay mucha diferencia entre las razones que tienen La voz de Colima y Diario de Colima para difundir sus respectivos trabajos demoscópicos.
En el caso de La voz de Colima el interés por difundir sus encuestas es legítimo: dar a conocer las tendencias –sin favoritismo por alguien en particular— que hay entre los precandidatos de los diferentes partidos políticos a los cargos de elección popular a disputarse el próximo año. En algunos de los casos no necesariamente tiene que haber alguien interesado en pagar por una medición, dado que se trata de dar a conocer una información que es de interés general.
El caso del Diario de Colima es muy distinto: su propietario, Héctor Tacones lejanos Sánchez de la Madrid, tiene un interés personal (y, obvio, familiar) en inflar a su gallo a la gubernatura del estado, que se encuentra sumamente rezagado con respecto al que va a la cabeza, de tal manera que las dos encuestas dadas a conocer en ese medio tienen como fin presentar una falsa realidad: que existe un empate técnico entre el primer lugar y el que no sale del cuarto.
En suma: Diario de Colima no sólo está obligado a aclararle al IEE que los datos de Gabinete de Comunicación Estratégica y de Berumen y Asociados están manipulados, sino que tienen toda la intención de influir a favor del precandidato en el que ese medio ha cifrado todas sus esperanzas políticas y económicas los siguientes seis años, pues supone que con su sobrino Nachito Peralta Sánchez instalado en Palacio de Gobierno volverán los días de vino y rosas que tuvieron su esplendor durante el fernandato.
En palabras llanas, La jaula de las locas debe aclarar a santo de qué se dieron a conocer dos encuestas que extrañamente favorecen a su precandidato. Por esa razón, en cuanto salió la segunda medición, el yuppie funcionario federal se deslindó de esos resultados. La reacción del subsecretario de la SCT fue de pánico: si se llega a saber que él fue el que las pagó para que se difundieran, al ser algo que va contra la ley, hasta podría resultar inhabilitado para contender a cualquier cargo de elección popular.
Y entonces sí, como dirían los clásicos: te fuiste, padre Aureliano. O bien: te fuiste, Conchita, al río. O como decían las ninfas a que hace alusión don Renato Leduc en su obra Prometeo sifilítico: qué caray, qué
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