LA JIRIBILLA

EDWIN MARTÍNEZ | Opinión | 02/06/2014

EN EL HOYO…

Hace poco menos de un año escribí en mi columna, las desatinadas decisiones de los directivos de la Primera División Amateur, encabezados por José Luis Contreras, para designar a niños como árbitros centrales o jueces de línea en las reñidas, disputadas y ásperas fases finales del fútbol de la máxima categoría en nuestro estado, pues carecen de criterio, autoridad y simplemente no son aptos para tomar las riendas de partidos tan difíciles de pitar.

Pues qué le cuento, el domingo pasado en la final de liga entre los equipos de San Miguel contra el Deportivo Quesería , volvimos a ver a un niño pitar el partido más importante del torneo, un niño que quizá en unos años esté listo para arbitrar este tipo de encuentros, pero no a estas instancias. Falto de criterio, sobrado de confianza y creyendo que su desempeño era el mejor, cuando se le vieron muchas carencias en el desarrollo del partido.

No puede ser que directivos echen a perder así el buen trabajo que los equipos finalistas vinieron desarrollando en la fase final tirando por la borda el año futbolístico de esfuerzo, dedicación y constancia.

Y es que mire, para nada estoy en contra de estos niños que últimamente se han visto pitar los partidos de la Primera División Amateur, al contrario son buenos prospectos a futuro, pero jamás para tener la responsabilidad de una final.

¿Perjudicados? Sí, el Deportivo Quesería, quien por ahí del minuto 25 del segundo tiempo en una gresca iniciada por ambos conjuntos, originada por una falta del jugador de Quesería sobre el de San Miguel, le fueron expulsados dos jugadores.

¿Qué es lo que habrá visto el niño árbitro para determinar las dos expulsiones? O más bien, ¿qué le habrán aconsejado que pitara tanto Gustavo Ramírez como Omar Sosa, los abanderados de “lujo” que tiene esta liga? Porque los empujones, los arañazos, los dimes y diretes y los manotazos, fueron por igual de los dos equipos en esa pequeña cámara húngara que no duró más de dos minutos.

En lo deportivo que le puedo decir, San Miguel es el menos culpable de lo que pasó en el terreno de juego, con un cuadro de lujo, que se conoce a la perfección y plagado de muchos ex – profesionales lograron el obligado tricampeonato de liga, de copa y de campeón de campeones, aprovechando la superioridad numérica de dos jugadores y con el clima a más de 30 grados es razón suficiente para poder sacar ventaja.

Por su parte poco que recriminarle al cuadro del Deportivo, quien gran parte del encuentro estuvo arriba en el marcador 2-1, pero a raíz de las dos expulsiones su juego ofensivo desapareció por completo. Aun así sacó la casta y con “eso” que se necesita en este tipo de partidos, logro librar el final de los 90 minutos más los tiempos extras y llegar a los penales, donde sucumbieron, siendo dignos subcampeones.

Es una lástima que estando todos los elementos para presenciar un excelente partido de futbol incluyendo un estadio tan tradicional como el San Jorge, los dos mejores equipos del torneo (sin tratar de menospreciar a los demás, pero creo que el Deportivo era el único que podía ganarle al San Miguel), domingo a medio día y el ambiente futbolero, se haya empañado por tan terrible decisión de poner a personas incompetentes para pitar.

¡¡HABLAMOS!! kechysk@hotmail.com