CONCIERTO POLÍTICO

BIBIANO MORENO MONTES DE OCA | Opinión | 22/05/2014

EL MAL FIN DEL RECTOR. Contrario al programa comercial El Buen Fin, cuyo supuesto objetivo es vender más barata una diversidad de productos a la población durante el mes de octubre de cada año, al rector de la Universidad de Colima, Eduardo El guitarrón de ocote Hernández Nava, no se le augura un buen fin. Vamos, podría no alcanzar a cruzar la frontera de la reelección estatutaria a que tiene derecho después de concluido su primer periodo de cuatro años.

Las complicaciones para El guitarrón de ocote Hernández Nava vienen desde el momento en el que no supo manejar inteligentemente el tema del FOSAP, cuya bandera es enarbolada por el depuesto dirigente sindical de la UC, Leonardo Rey de copas Gutiérrez Chávez, quien aún mantiene esa burda farsa de huelga de hambre frente a Palacio de Gobierno, junto con otros cuantos catedráticos, tan tramposos como él.

No obstante el desprestigio en que ha caído el Rey de copas Gutiérrez Chávez por su huelga de hambre falsa, El guitarrón de ocote Hernández Nava dejó que adquiriera una enorme dimensión un movimiento político que se pudo haber atajado a tiempo. Si a lo anterior se agrega el hecho incontrovertible de aviadores detectados –y tolerados— en esa casa de estudios, el resultado es desalentador por donde se le vea: al rector de la UC no se le augura un buen fin.

Está claro que al actual rector de la casa de estudios dios no lo llamó por el camino de la política. Bien, pero para eso se cuenta con asesores, ¿no? Bueno, pues nadie tuvo el buen tino de informarle que igual episodio le tocó vivir a su antecesor, Miguel Ángel Doctor Simi Aguayo López, con Gustavo Ceballos Llerenas, a la sazón dirigente del SUTUC, habiendo salido más que airoso de esa prueba de fuego.

Esto lo escribí en su oportunidad, pero lo repito ahora para contextualizarlo: Gustavo Ceballos también aspiró a ser rector de la UC, compitiendo con el Doctor Simi Aguayo López. La historia es conocida: el alto cargo académico lo obtuvo el hoy diputado federal. Así, a los pocos días de asumir su nueva responsabilidad, el nuevo rector citó en su oficina al entonces líder sindical. Frente a frente, Aguayo López blandió unos documentos en la mano en alto y le dijo:

--Aquí tengo estos papeles que hablan de algunas irregularidades cometidas con las cuotas sindicales. Usted dice qué hacemos con ellos.

Al buen entendedor, pocas palabras. En ese mismo momento, Gustavo Ceballos aceptó renunciar a seguir al frente del SUTUC y, por lógica, a dejarle el camino libre a su sucesor, que resultó ser nada menos que el Rey de copas Gutiérrez Chávez. Moraleja: si el Doctor Simi Aguayo López supo quitarse de encima a un líder sindical incómodo, El guitarrón de ocote Hernández Nava debió haber hecho exactamente lo mismo con el lastre heredado.

Lejos de maniobrar hábilmente, El guitarrón de ocote Hernández Nava comenzó a dar los traspiés que lo han llevado a un callejón sin salida. No podrá, por tanto, lograr la anhelada reelección a que todo rector de la UC tiene derecho y a la que ninguno de sus antecesores se pudo sustraer. Y, sobre todo, porque ya hay dos personajes que se relamen los bigotes por desbancarlo dentro de un tiempo que se pasará volando: Christian Mi pequeño pony Torres Ortiz Zermeño y Adrián El Rey Lopitos Virgen.

Por cierto, en el tema de los aviadores de la UC es de risa loca la lista de nombres que proporcionó el Rey de copas Gutiérrez Chávez a sus periódicos digitales consentidos, donde se destaca que uno de ellos pertenece al bot o troll que manejaba una cuenta en Facebook, desde donde se encargaba de golpear a los adversarios del SUTUC de la era leonardista.

Ese nombre empleado para una cuenta falsa es el de Ricardo Lomelí Anguiano, cuya copia de cheque que se exhibe ampara la cantidad de 60 mil pesos, no se sabe si quincenales o mensuales. El asunto es de risa loca, reitero, porque ese seudónimo para una cuenta falsa en las redes sociales sólo pudo pertenecer al propio Leo o a Luis Enrique Zamorano, antes de que éste se pasara al bando del actual rector de la UC.

Si bien los nombres que se mencionan pueden ser falsos (salvo el caso de Juan José Guerrero Rolón, el poder tras el trono de la UC desde hace nada menos que más de siete lustros), las cantidades de los cheques las cobraron personas reales. Los documentos son del 2007, en el rectorado del Doctor Simi Aguayo López, pero del asunto no ha dicho nada El guitarrón de ocote Hernández Nava.