COLIMA LEGAL

SAÚL DÍAZ AGUIRRE | Opinión | 30/08/2013

UNA ROTONDA DE HOMBRES ILUSTRES, SIN ILUSTRES Y SIN HOMBRES

Honrar a quienes marcaron nuestra historia, no es solo una mera tradición con sentido social, político o una mera referencia de que los colimenses tuvimos un pasado glorioso rebordeado de laureles que hayan marcado con sangre y fuego los renglones más sublimes de nuestra existencia y que tengamos, por esas razones puramente sentimentales, que erigir monumentos de gloria a quienes debemos, lo que fuimos, lo que somos y lo que en un futuro aspiramos ser, pues de ser así nos convertiríamos irremediablemente en unos patanes desagradecidos, con quienes de una manera u otra, abrieron surcos, para que nosotros moviéramos montañas, para quienes sembraron ideas, para que cosecháramos alternativas.

No, recordar y honrar a nuestros hombres ilustres, no tiene, ni debe de ser una tradición popular, sino más bien una obligación, un reencuentro con nuestro pasado glorioso y un compromiso para que nosotros, como parte de una sociedad, finquemos día a día columnas de ciencia y virtud, tal como lo hicieron nuestros ancestros en su tiempo, en su momento y bajo circunstancias diversas a las que hoy vivimos.

Fue con ese motivo que mediante decreto numero 118 aprobado por el Congreso del estado de Colima y publicado el 12 de julio del año 2007 que se aprobó la Ley de las Personas Ilustres del Estado de Colima, dando nacimiento y creación a “La Rotonda de los Hombres Ilustres” ubicada en el parque de La Piedra Lisa con la finalidad de erigir monumentos destinados a guardar los restos, y a perpetuar la memoria de héroes y personas celebres de nuestra historia y en donde se establecen las bases generales para la declaración y forma de honrar la memoria de los hombres y mujeres ilustres del estado de Colima.

Sin embargo a más de seis años de que fuera erigido la Rotonda de los Hombres Ilustres, dicho mausoleo se encuentra en un deplorable estado, grafitiado, basuriento, olvidado, sin oficio ni beneficio para la sociedad colimense, mientras los hombres y las mujeres ilustres de Colima, siguen esperando a que se les haga justicia, su vida y su obra, así como sus esfuerzos que en vida dieron a nuestro estado un lugar preponderante en la historia de nuestro país , siguen esperando, a que nosotros, los vivos, acudamos al baúl de la memoria y al reencuentro con nuestro pasado, y que a manera de agradecimiento depositemos sus restos en ese lugar que tanto dinero le costó a los colimenses y que en su oportunidad fue una de las obras más sentidas del gobierno de SILVERIO CAVAZOS CEBALLOS.

Hago un llamado a las asociaciones civiles para hacer un acto de justicia con nuestro pasado, y que seamos así, los bastiones torales para exigir que nuestro gobierno realice una gran convocatoria, con la finalidad de proponer a esos héroes que nos legaron un mejor México y un mejor Colima, dándole un lugar digno, a quienes en su momento histórico nos dignificaron. Y si no… QUE LA NACIÓN NOS LO DEMANDE.

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