PERGAMINO BALOMPÉDICO

ALEX CARBAJAL BERBER | Opinión | 10/05/2013

SIR ALEX, EL GRAN MANAGER

No hay plazo que no se cumpla. Después de una mítica carrera en los banquillos, el manager del Manchester United, Sir Alex Ferguson, culminará una historia épica al mando de un club al que ayudó a encumbrar, tras su llegada hace 26 temporadas.

Ferguson, con ese típico gesto duro que lo caracterizó durante años, amén de todos los chicles que consumió en esos banquillos, fue el forjador de tantas figuras futbolísticas que es complicado nombrarlas a todas. Destacan, por supuesto, uno de los delanteros más elegantes que tuvo el futbol europeo, como el insustituible francés Eric Cantona, al que un día David Beckham tuvo que suplir en Old Trafford, con todas las complicaciones que eso conlleva.

Beckham, en algún momento entendió que su figura comercial podría ser mucho más lucrativa que su trascendencia como futbolista. Decidió marcharse del ManU, y para cubrir el hueco apareció en el Teatro de los Sueños un joven portugués llamado Cristiano Ronaldo. Una de las grandes virtudes de Fergie como manager es saber trabajar con jóvenes y hacerlos balompedistas de verdad. Wayne Rooney es otro ejemplo, no olvidar a Ryan Giggs o para sentirnos más cercanos, Chicharito Hernández.

A CR7 lo hizo jugar al futbol, tratando de impedir sus excesos de personalismo. Fue una ardua labor, incluso para un tipo tan duro e implacable como Ferguson, cuyas reacciones han dejado impresas frases tan célebres por su humor negro, parecidas a las de José Mourinho, pero con estilo y auténtico humor británico.

Quizá Ferguson no nos hay dejado el legado de un estilo de juego, pero siempre se murió con la suya, y se debe reconocer que no buscaba un futbol mezquino y resultadista. Los resultados importantes los consiguió desde que entrenaba al Aberdeen, y continuaron; el mero hecho de seguir usando extremos en una época donde varios técnicos optan por utilizar varios recuperadores indican su bien habida y bien intencionada formación futbolística.

Para algunos, se trata simplemente del mejor técnico de la historia. Algunos tendrán razón, pero lo innegable es que como manager ha sentado precedentes tan importantes, como los números que dejó en su paso por Manchester. Ante eso, victorias épicas como la de Liga de Campeones en 1999, cuando ganó la Copa en los dos minutos finales, y ante el Bayern Munich, son una mera anécdota que recordaremos siempre.