EN PERSPECTIVA

GERARDO PALAFOX | Colima | 07/03/2013

“Orden de aprehensión dirigida, crónica de un injusto”

Todos queremos una sociedad sin delincuentes, Procuraduría, Policía Judicial y hasta la misma sociedad, que aunque las primeras instituciones que refiero nacen del interés de la colectividad y sus sueldos son cubiertos con los impuestos ciudadanos, pierden piso, se olvidan de los derechos humanos y tratan a los simples ciudadanos como a delincuentes de alta peligrosidad (y en las aprensiones con nombre y apellido) como si estuvieran armados y necesitaran de todo un operativo bien organizado, una gran cantidad de patrullas, además de palabras ofensivas y jaloneos y el doble de miembros de un equipo de futbol más su porra completa con todo y aguador, como si estuvieran en medio de un pleito en un bar, para llevar a cabo una detención por una orden de aprehensión proveniente de un supuesto delito de Incumplimiento de obligaciones.

¿Y, si hubiera como en las películas policiacas ordenes de aprehensión dirigida, encausadas por actores sociales detrás de ellas? ¿Y si hubiera actores con dedos largos detrás deteniendo la justicia o apresurándola a conveniencia? No, creo que no, eso no pasa en Colima. Aquí la Justicia es transparente y equilibrada.

¡Y yo me pregunto! ¿Y los delincuentes de talla XL, los más inteligentes, los que nunca aparecen, los que nunca agarran?

Definitivamente no son ellos con los que llenan los separos, menos con los cuerpos sin vida encontrados, ni a los que remiten más de tres o cuatro diariamente a la penal, por haber ejecutado una orden de aprehensión, si no son aquellos delitos anteriormente llamados de omisión. Lo que esperaría la gente es que el estado, promueva más empleos, más oportunidades, más semanas del trabajo, y que a los colimenses les trataran como ciudadanos y no como delincuentes organizados.

El ministerio público es un órgano dependiente del Poder ejecutivo federal o estatal que emana del pueblo a quien tienen que proteger; nace para ser su representante, no su verdugo. El lema de esta autoridad debería ser “No agredir la integridad u ofender con su actuar cotidiano buscando delincuentes donde hay simples ciudadanos”. Debe tener claro que cuando no hay delito, no es necesario ejercer un recurso jurídico, no es necesario apelar en todo proceso una resolución Judicial. No hay porque temer en resolver una inexistencia de delito. Perder piso es no saber de donde venimos, a quien nos debemos cual es nuestro origen. No se nos olvide que todos somos parte de un engranaje complejo y de origen colectivo y social

La protección y la justicia es la utopía, es el pan de cada día y el postre que no podemos perdonar.

Incansable ha sido la labor legislativa por erradicar la conducta delictiva, pero esta no desaparecerá con reformas e iniciativas para modificar el código penal y crear otros tipos penales y aún más, no cesará el problema ideando nuevos elementos para constituir nuevos delitos con los que queden identificadas las conductas socialmente reprobables y la probable responsabilidad de los ciudadanos.

Esta ultima la probable responsabilidad es fácil de lograr, solo basta integrar rápido y elevar un acta ministerial a averiguación previa; hacer como Pilatos, lavarse las manos y ejercitar acción penal sin recibir todas las pruebas al presunto responsable, omitiendo que se esta frente a una ausencia de delito y acomodar elementos, maquillando errores.

Por otro lado, la prisión preventiva no es la solución, puesto que tampoco el estado por un error esta preparado para hacer y asumir la responsabilidad de una reparación de un daño por un injusto proceso penal, y lo digo por el hecho lastimoso de quien es detenido o sigue un proceso privado de su libertad, comiendo frijoles bayos, hartándose de tortillas, y tomando agua de no se que para olvidar, esperando una cobija que no llega, mirando las paredes rayadas y sucias y aguantando las ganas de ir a orinar. Para que al final de eternos días encerrado y en el mejor de los casos se les informe que no hay delito y que ya se puede ir.

Aun cuando la noticia la reciba con alegría, el sufrimiento de él y su familia nadie se lo quitará. Por lo menos gozó de buena comida, el perfume y la almohada nuca olvidará. Se va, pero se queda endeudado, por garantizar su libertad.

Elevar la sanción corporal tampoco ayudará a disminuir la delincuencia y sí logrará el engrose de la población en el penal. Constante ha sido la labor de gobiernos por hacer de las policías cuerpos capaces y activos, reactivos pero poco proactivos.

Para mi la solución esta en la educación, esta en las escuelas, en el fomento de políticas del valor, del me late ser integro, del cuidarte a ti mismo, del fortalecimiento de la confianza en la autoridad y en que esta haga su labor apegada a derecho, “a n