Se cumplen 5 años de la muerte de Don Armando Naranjo Garibay

PEDRO PUENTE PÉREZ | Cultura | 03/03/2013

*Sastre y músico, era el alma de la Orquesta Colorado Naranjo *Misa en su memoria este lunes 4 de marzo (7:30 pm) en El Beaterio

Este lunes 4 de marzo se cumplen cinco años de la partida física de Don Armando Naranjo Garibay, un personaje muy querido por amplios sectores de la sociedad colimense, quien fue el hijo mayor de la señora Felicitas Garibay Flores y del señor Carlos Naranjo Villalobos de quien heredó el gusto por el oficio de sastre, que desempeñó durante décadas en la esquina de Torres Quintero y Gildardo Gómez, a un costado de la Presidencia Municipal de Colima.

Don Armando Naranjo nació el 8 de junio de 1931 y murió el 4 de marzo de 2008, a los 76 años de edad, en el seno de su familia que tanto lo amo.

Contrajo matrimonio con la comalteca Hilda González Figueroa el 1 de marzo de 1965, con quien procreó tres hijos: José Armando, Hugo César e Hilda Celina Naranjo González, quienes lo hicieron el abuelo más feliz, amoroso y consentidor de sus nietos Hilda Cecilia, Karla Mariana, Eduardo Enrique, Arantxa Yolanda, Emma Jimena (qepd), Samara Celina y Hugo Armando.

Armando Naranjo también heredó de su padre el gusto por la música y durante 60 años fue el alma de la Orquesta familiar, donde fue el cantante y animador de esta prestigiada banda, cosechando aplausos en los miles de bailes en los que participó en muchos estados de nuestro país.

De carácter amable y afectuoso, Don Armando Naranjo siempre contó con la amistad de centenares –tal vez miles- de personas, que a diario acudían a saludarlo y a platicar con él por su dote de buen conversador en la legendaria “Sastrería Naranjo” ubicada en el pleno corazón del centro histórico de Colima.

A este lugar asistían músicos, sastres, maestros, abogados, ingenieros, periodistas, políticos y centenares de amigos de Don Armando, quien siempre los recibía con su característico saludo pleno de afecto: “Amigazazo de la almazaza”. Un abrazo sincero y un apretón de manos era la cordial despedida.

Don Armando Naranjo Garibay forma parte del Colima de ayer, de hoy y se siempre. Se le recuerda con admiración, respeto y afecto, y este lunes 4 de marzo las 7:30 de la tarde, en su quinto aniversario luctuoso se realizará una misa en su memoria en el Templo del Beaterio, para pedir por su descanso eterno. Una oración para él y un abrazo solidario a su esposa, hijos, nietos y demás familiares. Descanse en paz el caballeroso sastre y músico que fue Don Armando Naranjo Garibay, quien acuño una frase tan popular con la que lo recuerdan sus amigos y conocidos: “A la hora de freir frijoles, manteca es la que hace falta”.