EN PERSPECTIVA

GERARDO PALAFOX | Opinión | 23/02/2013

SALUD PÚBLICA…

Existen enfermedades que atacan a los animales como la sarna a los perros que se caracteriza por ser un problema en la piel, pero “La Rabia” es la ira, la desesperación que se trasluce desde los ojos del animal que no sabe a ciencia cierta lo que tiene en su cuerpo pero que le hace sentir la cercanía de la muerte.

En esta ocasión no escribiré de política ni de otros intereses ni de esa rabia que hace al enfermo gruñir, dar de mordidas, enterrar el diente al inocente y salivar por un hueso, si no de un problema de Salud Pública.

La rabia canina es una enfermedad mundial, hay quien dice que el virus de la rabia no existe en Australia, las Islas Británicas y la Antártica. Esta enfermedad es mortal, y mucho cuidado y prevención debe tener la población y el gobierno una atención constante y una eficiente política de prevención-acción en el sector salud pues esta enfermedad que yo le llamaría: “De los Huesos a los nervios y al panteón” y puede afectar ocasionalmente al ser humano. Por eso, todos los países toman medidas para prevenirla, contenerla y tratar de eliminarla. La Rabia es causada por un virus de la familia Rhabdoviridae.

La rabia tiene diferentes tiempos de incubación según la especie y tiene 03 fases de síntomas característicos.

Los mamíferos son susceptibles de esta enfermedad pero también los zorrillos pueden ser portadores asintomáticos. Los síntomas de rabia en perros suelen aparecer entre tres y ocho semanas después del contagio, aún cuando el periodo de incubación puede ser mas largo de hasta seis meses. En humanos, los síntomas aparecen entre tres y seis semanas después de la infección, con sus excepciones de mayor plazo de incubación.

Si un animal tuviera conciencia de la trascendencia de perder la vida como la conciencia que tiene un ser humano sobre este tema, seguramente se aferraría a su alimento, guardaría en lo posible su aliento, marcaría su territorio, enterraría su mejor hueso, escondería su juguete y movería la cola constantemente. La salivación pasaría a un segundo término aún cuando al salivar fuere descubierta su intención y su enfermedad.

¡Cuidado!, un perro con rabia, es impredecible, es explosivo y puede agredir sin motivo alguno. Vacunar a los perros no es un acto constante, no existe conciencia plena de la importancia de su prevención en la población.

Lo interesante de esta nota, no es el perro ni el hueso, si no la agresión latente, el riesgo constante de quienes caminan, juegan o practican un ejercicio en parques y jardines públicos en el Municipio de Colima. Lo interesante es recordar a las autoridades municipales la imperante aplicación del A C U E R D O QUE APROBÓ LAS REFORMAS Y ADICIONES AL REGLAMENTO PARA EL CONTROL DE PERROS Y GATOS PARA EL MUNICIPIO DE COLIMA, AHORA REGLAMENTO PARA EL CONTROL DE PERROS, GATOS Y OTRAS MASCOTAS DE este MUNICIPIO, en Sesión Extraordinaria celebrada el 29 de agosto de 2008, que el Honorable Cabildo Municipal de Colima aprobó por unanimidad.

Sacar a pasear a un mascota no es abrirle la puerta para que salga y defeque donde quiera, en la calle, en la banqueta o en el pasto del jardín del parque o justo en la puerta de la casa del vecino. Sacar a un pasear a un perro es un una obligación de cuidado y atención, es recolectar sus eses en una bolsa de plástico, amarrarla y ponerla en un bote de basura, es comprometerse el dueño del animal a llevarlo con correa o cadena especial, con un bozal a los perros de gran talla y molosos, a los perros que por sus características son verdaderamente peligrosos. Tener una mascota es estar consiente de la responsabilidad civil que puede surgir por un ataque directo de un perro a una persona.

Los ataques de mascotas a humanos son una realidad y la autoridad municipal debe coordinar acciones con Secretaria de Salud y Procuraduría General de Justicia en el Estado de Colima así como Policía Estatal preventiva, para detectar mascotas peligrosas que debe ser una acción permanente y la ley lo permite.

Entre perros no existen reglas de respeto pero entre los ciudadanos si o por lo menos así debería ser. Cuidemos al prójimo, cuidando de nuestras macotas.