EN PERSPECTIVA

GERARDO PALAFOX | Opinión | 17/02/2013

REDES SOCIALES "LA OTRA CARA DE LA MONEDA".

México fue el primer país en Latinoamérica que tuvo acceso a una red de internet. El Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, realizó un primer enlace de internet con la Universidad de San Antonio Texas, el día 28 de febrero de 1989.

Estadísticas de la Asociación Mexicana de la Industria Publicitaria y Comercial en Internet (AMIPCI), menciona que en nuestro país en el año 2000 había 05 millones de usuarios de la red. Esta asociación refiere que en México el uso del internet ha aumentado de manera considerable año con año, llegando a registrarse 14 millones de usuarios en el año 2004.

En 2005 la cifra creció a 16 millones de usuarios y la Organización de Naciones Unidas, en la cumbre de la sociedad de la información, celebrada en Túnez durante en ese año, decidió que el día 17 de mayo fuera designado como el “Día mundial de la sociedad de la información” o también llamado “Día del Internet”.

En el año 2012 según las cifras del estudio de hábitos de los usuarios de internet en México, el número de usuarios se incrementó un 14% por ciento, con lo que llegó a 40.6 millones de usuarios. El principal hallazgo de este estudio es el firme avance de los dispositivos móviles como instrumento de conexión.

El internet, fue y sigue siendo un medio para hacer de los datos una fuente infinita de conocimiento que ahora esta a disposición de miles de personas. La otra cara del progreso, la otra cara de la moneda y de la cultura esta en la cultura del dinero del pago por minuto, por el tiempo aire, por la venta del equipo, el comprar tecnología para estar a la moda para competir por el más tener, esta en el cobro para el uso del servicio y la tecnología, el enriquecimiento de las empresas que proporcionan el servicio de telefonía celular y de internet

Para mí el internet, mas allá de ser el procesamiento de datos más grande de la historia que aglutina información, que facilita la investigación, el archivo de documentación de manera virtual y sin contaminación con lo que se ha reducido el uso y consumo de los recursos forestales; lo más peligroso del invento del intramundo es el chat, la comunicación que ahora permite a todas las personas, incluso a las más tímidas e introvertidas tener cientos o miles de amigos al utilizar las redes sociales.

El riesgo que representa tener tantos amigos nuevos que al final de la platica, al cerrar nuestra computadora no conocemos ni reconocemos, pudiera representar un alto riesgo para nuestra seguridad, no debemos olvidar que como seres humanos tenemos ese sexto sentido llamado intuición que nos hace estar alertas sobre los peligros que representa una persona mal intencionada. Pero ¿Qué pasa cuando ese nuestro sexto sentido no puede funcionar al 100 por ciento dentro de una conversación por internet? Tomemos precauciones, que delitos cibernéticos están a la entrada de la red, que gente mal intencionada puede estar del otro lado de nuestra pantalla esperando a que por interés o por amor o desamor bajemos la guardia.

Los delincuentes buscan todo tipo de medios para obtener información, y hoy por hoy, es tan común subir todo tipo de datos, personales que reflejan nivel económico, estatus social, situación emocional, subimos fotografías para que identifiquen a nuestra familia y nuestro circulo de amigos, nuestros bienes materiales, auto, casa y hasta la mascota y su nombre publicamos en la red.

Con las redes sociales la forma antigua de convivencia y comunicación se desvanece, inevitablemente su uso avanzará y la comunicación directa persona a persona se ira reduciendo, la comunicación entre individuos se pierde, quizás nunca totalmente pero si en gran medida.

Hoy por hoy, hay quien ya no va aun restaurante a cenar, si no que pide la cena por internet con o sin cargo extra. También dejamos de ir al cine a ver una película pues la vemos en internet. Ya no se siente la emoción de la nueva cartelera, de esperar en la fila, de comprar el refresco y las palomitas, de compartir con los seres queridos y buscar el mejor lugar donde sentarnos.

Miramos nombres y fotografías de gente en las redes sociales y convivimos con ellas como en un club social, con quienes muchas veces no conocemos, desconocemos si sus datos son reales y pecamos por la ignorancia de sus mañas e intenciones ¡Seamos mas reservados en como manejamos nuestra información personal por internet! Evitemos la suplantación de nuestra identidad y otros delitos graves.

Como escribió en una de sus canciones (el nunca padrino de mi hermano) el canta autor: José Alfredo Jiménez: “Yo no entiendo de las cosas de las clases sociales, quien seguro actualmente cantaría: “Yo no entiendo esas cosas de las redes sociales, solo se que me quiero y que te quieres tú”.