LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 28/10/2012

NUESTRA POLÍTICA CRIOLLA (I-IV)

A invitación de la filial municipal de Fundación Colosio en Colima, la tarde del pasado jueves 25, en el auditorio municipal del PRI que honra la memoria del político sonorense en la capital colimota, tuve la oportunidad de expresar algunas ideas y compartir reflexiones, previa pregunta, junto con dos conocidos priistas de larga trayectoria en el Estado y amplios entendidos del devenir de este partido político, como son Miguel Chávez Michel y José Mancilla Figueroa.

La temática que abordé a partir del cuestionario de tres preguntas por cada uno, con las que Chávez Michel habló sobre los Documentos del PRI y Mancilla Figueroa definió las expresiones del Partido, ambos recayendo en la óptica local; mi parte se refirió a los “personajes que en el pasado influyeron en la toma de decisiones para la definición del PRI en la actualidad”, a la que siguió la de “Quienes en este momento están tomando las decisiones políticas”, para cerrar con “el escenario electoral al 2015”.

Mismas cuestiones que sin calificar respondí desde la perspectiva histórico-política, fundando en que una vez impuestas las siglas definitivas del PRI, luego del PNR y PRM como antecesores, en nuestra entidad se empezaron a gestar más que actores grupos políticos, siendo el primero más evidente el de “Los Compadres”, como se los bautizó y que estaba integrado por una generación de varones, la mayoría colimenses identificados entre sí por sus edades promedio, formación académica y lazos filiales.

Hermandad política que siendo Presidente de la República Miguel Alemán Valdés, de origen, fueron auspiciados por el Gobernador J. Jesús González Lugo, con miras a su propia sucesión en 1955. De este grupo lograron figurar: Roberto Pizano Saucedo, Antonio Salazar Salazar, Ricardo Guzmán Nava, Alfredo Ruiseco Avellaneda, Ismael Aguayo Figueroa, Ernesto Terríquez Samano y Juan Oseguera Velázquez, además de Lucas Huerta Dueñas, entre otros que afines también resultaron favorecidos por espacio de más de veinticinco años, con cargos desde municipales hasta federales faltándoles solo la gubernatura, no obstante que por lo menos en tres ocasiones estuvieron a punto.

La primera vez que no lograron la jefatura estatal fue en 1955 cuando por designación de Adolfo Ruiz Cortines esta recayó en el más novel de los gobernadores que ha tenido Colima, en Rodolfo Chávez Carrillo, una joven promesa que con una meteórica carrera de escasos cinco años alcanzó la máxima magistratura estatal por recomendación del Gobernador González Lugo, con lo que quedó en el camino el más cercano de sus colaboradores y hombre de todas sus confianzas, como se conocía a Ricardo Guzmán Nava, uno de los activos políticos en ese momento con más proyección en el grupo de “Los Compadres”.

A la par de esta Cofradía local, a nivel central con gran poder e influencia un colimense hacia aparición al amparo de Miguel Alemán, era J. Jesús Robles Martínez, quien con el liderazgo absoluto que había logrado al interior del SNTE y de la FSTSE, sus alianzas, además de la cercanía que logró con Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y de la dirección general que éste le dio de BANOBRAS, compitió contra el grupo hegemónico de “Los Compadres” y les ganó posiciones importantes, desde alcaldías hasta curules federales y, por lo menos, una gubernatura, la de Pablo Silva García (1967-1973), durante las más de dos décadas en que se mantuvo vigente, de 1949 a 1973.

Continuará…