Dicen que, cuando alguien entra a la política, tiene que estar preparado para todo. Las descalificaciones y los golpes bajos son el pan de cada día y, por lo mismo, tienen que cuidar, minuciosamente, cada paso que dan.
1.- El pasado alcanzó, ahora, a la candidata del PAN al gobierno del Distrito Federal, Isabel Miranda de Wallace, quien, según la revista Proceso, fue fichada por el Ministerio Público por, entre otros, el delito de homicidio en grado de tentativa.
Curioso: después de que la fotografía circuló por las redes sociales y se quedaba en la percepción de la sociedad el pasado oscuro de la luchadora social, la señora descalificó el trabajo periodístico de la revista y de inmediato señaló que demandaría por difamación al semanario. http://www.quadratindf.com.mx/Decision-2012/El-D.F/Isabel-Miranda-de-Wallace-demandara-a-Proceso. El recurso de la desesperación: denunciar, ante el golpe contundente, en lugar de explicar lo que sucedió.
Tan sencillo que era señalar que, como todo ciudadana, se enfrentó, en algún momento de su vida, a la represión de las autoridades policiacas, lo que, por donde quiera que se le vea, es creíble. Pero no: Isabel Miranda de Wallace, ensoberbecida por la candidatura que tiene y que, por su novatez, está dejando al PAN en el ostracismo, atacó, como todo político marrullero, al medio; llegó incuso al ridículo de medirse enfrente de reporteros para demostrar que no era la de la foto.
Isabel Miranda de Wallace tuvo, en cambio, una respuesta contundente: sí estuvo presa. http://www.proceso.com.mx/?p=304325. “Leopoldo Morante Cervantes, director de Apoyo Institucional de la Subsecretaría de Coordinación Delegacional y Metropolitana del Gobierno del Distrito Federal en 1998, asegura a Proceso que María Isabel Miranda de Wallace, la “activista” cercana al poder y ahora metida a política, sí estuvo en el Reclusorio Norte, donde permaneció cinco días en julio de ese año. Su ingreso quedó incluso registrado en los archivos penitenciarios luego de haber sido consignada por la PGJDF, y una vez que el juez décimo segundo penal, Joel Blanno García, la encontrara presunta responsable del delito de resistencia de particulares, si bien meses después quedó absuelta”.
La candidata al gobierno del Distrito Federal, en la medición de fuerzas con el semanario Proceso, quedó muy mal parada. Pero es común entre los panistas el escozor a la crítica; son más afines a la intolerancia y a la represión.
2.- En el mismo sentido se encuentra Josefina Vázquez Mota. En una entrevista con José Cárdenas culpó a Federico Arreola de ser el autor de la campaña de desprestigio en su contra en las redes sociales. http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gApAqKKtFuA. Lo cuestionó diciendo que no entendía cómo es que, por un lado, el discurso de López Obrador es el amor y, por el otro, un colaborador suyo, que ha dicho que no lo es, emprende acciones deplorables sobre su persona.
Otra vez lo mismo: en lugar de hacer propuestas y enmendar sus propios errores, la candidata albiazul a la presidencia de México decidió utilizar un espacio periodístico para atacar a uno de sus críticos; el problema es que provocó, más que un linchamiento en contra del comunicador, una andanada de críticas hacia su persona: quedó, dicho sea de paso, como intolerante.
El común denominador del panista es la intolerancia; no se abren a las críticas ni al intercambio de ideas. Creen, por supuesto, poseer la verdad absoluta, pero no conciben que alguien más, incluso dentro de su mismo partido, les lleve la contraria.
Votar por Isabel Miranda de Wallace y Josefina Vázquez Mota es abrirle las puertas a la represión, a la intolerancia; es regresar a un pasado que muchos no desean, tomando en cuenta, por supuesto, las afinidades de la candidata a la presidencia de México por las dictaduras.
El único partido que se ha visto en escándalos de represión a las libertades de prensa es el PAN. Verifiquen el dato para que vean de dónde proviene esa obcecada concepción de la sumisión de los medios y la satanización de los críticos.
DE ÚLTIMA HORA
Y no podía faltar el error de la semana: Josefina Vázquez Mota, en su visita a Colima, dijo, ya con un cansancio que se nota a todas luces, que México, como país, tiene apenas 30 años. http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/5deadfb9f5fad5614f3244727c49cbc3. Ni falta hace agregar que Ernesto Cordero se frota las manos para tomar el timón del barco que, como el Titanic, se hunde escandalosamente.
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