BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 13/05/2021

LA ESPERANZA Y TRANSFORMACIÓN DE LA COLIMA 

Los de Morena hablan mucho de la esperanza y de la transformación, pero, más allá de este discurso, ¿hay en la experiencia, en los hechos, algo que se pudiera destacar como relevante de este nuevo régimen?

Hablan de corrupción. Dicen que antes los del prian saqueaban al país. Que casi se lo acabaron de tanto robo y destrucción, pero ¿cuántos prianistas están en la cárcel? ¿Están acaso, los grandes saqueadores del país –Peña, Calderón, Salinas, Fox y Zedillo—en prisión?

No hay una sola sentencia ejecutoriada por delito de corrupción durante el gobierno de AMLO. Analicemos esto mismo, pero en lo local: dice Indira y Vladimir que hay una chiquimafabia, que robaron y saquearon al estado, que casi lo destruyen de tanto robo, pero, ¿por qué entonces cuando Morena tenía el control del congreso no le aplicaron un juicio político a Nacho?

Tenían la mayoría para llevar a juicio político al gobernador, como sucedió en la 58 legislatura, cuando Mario Anguiano fue inhabilitado y sancionado económicamente. Eso lo hicieron principalmente los del PAN, entre ellos Riult Rivera, contendiente de Vladimir por el primer distrito.

¿Por qué Vladimir, si es tan enemigo de Nacho –como dice--, no inició con la mayoría de Morena y sus aliados un juicio político contra el gobernador? Si tanto fue el saqueo, el robo, de esta chiquimafia, ¿por qué no pidieron su desafuero? Evidencias y pruebas sobran ante la evidente realidad que acusa Morena.

Ahí queda el discurso contra la corrupción de Morena: puras palabras y puros cuentos. Ahora bien, ¿cómo exigen combatir la corrupción, acabar con los excesos y aviadores del gobierno, cuando incurren en las mismas prácticas que censuran?

Es absurdo, hasta parece una broma cínica, que Indira diga que acabará con los aviadores cuando siendo diputada, la actual candidata Ana Karen Hernández Aceves cobró un sueldo mensual de 14 mil 508 pesos durante un año y siete meses sin trabajar. Y lo peor es que Indira la justifica y soslaya el asunto calificándolo como algo político.

Desde octubre del 2018 hasta el 30 de abril del 2020, la entonces diputada Ana Karen Hernández se ausentó de sus funciones en su plantel, pese a que hubo autoridades educativas en la subdirección de educación media superior que de manera constante le solicitaron cumpliera con sus obligaciones.

Hay un registro documental que constata estas ausencias y el cobro indebido, pues nunca se presentó a laborar en su plantel durante ese tiempo. También se le encontraron otras irregularidades. Si Indira realmente estuviera contra la corrupción habría censurado y condenado esto, pero en su lugar lo justifica.

Cuando una está en contra de la corrupción no la tolera, ni siquiera cuando ésta viene de su partido y correligionarios. ¿O la corrupción es diferente cuando son de Morena? Hablan, por otro lado, de apoyos y ayudas sociales. Veamos un poco de qué se trata esto.

En aras de la austeridad y la canalización de recursos a programas sociales, Morena despidió a más de 400 mil trabajadores federales, bajó el sueldo a los que quedaron de sus empleados, eliminó más de 500 programas, fondos y fideicomisos y recortó presupuestos a ciencia, educación, salud, tecnología, seguridad, campo y otras áreas estratégicas (todo esto está ampliamente documentado).

Esto le generó un ahorro, de acuerdo al mismo AMLO, de 500 mil millones de pesos, producto de estos recortes y despidos, y no como decía en campaña de que lo obtendría del combate a la corrupción. Ahora, alguien sabe a dónde se fue este dinero, en qué se han invertido.

Aquí en Colima, ¿qué obras puede presumir el gobierno federal? Dirán, los apoyos sociales. Pues bueno, esos apoyos sí han beneficiado, pero a los mismos de Morena y la clase política que la acompaña, tal como sucedió con el programa Jóvenes construyendo el futuro que Indira aplicó en el 2019.

Este programa, con sólo el 1 por ciento de éxito –esa es la cantidad de jóvenes que se quedan laborando donde realizaron sus prácticas--, benefició a 36 jóvenes que pasaron de becarios a ser postulados por algún instituto político afín a la 4t.

El caso más escandaloso es el del suplente de Vladimir Parra, Emiliano Zizumbo, ahora diputado local y cuyo folio de beneficiario es el 1084550. Las reglas de operación de este programa marcan que se les dará prioridad a jóvenes en situación de vulnerabilidad. ¿Acaso Zizumbo responde a esa situación?

Esos son los programas de la 4t, cuyos beneficiarios directos son la clase política privilegiada. Esos son los apoyos que daba Indira. ¿Habrá valido la pena tanto despido, recortes, carencias de medicamentos, malos servicios, en aras de la austeridad cuando se beneficia a esta clase de personas, de políticos que dicen ser diferentes, pero son iguales o peores?

Luego, ¿qué sentirán los trabajadores que les bajaron el sueldo, cuando el diputado Vladimir Parra prometió reducírselo a la mitad y nunca lo hizo? Esos son los que dicen ser la transformación y la esperanza de México. Esos son los que quieren gobernar Colima.

DOS PUNTOS

Con la fusión de la Secretaría de Educación, Cultura y Arte, el acrónimo será Secuyarte de la Colima.