LA VERDADERA ESENCIA DE LA VIDA

Administrador Colimapm | Opinión | 24/02/2021

POR: Guadalupe Coronel

Aquí me tienes de nuevo, mordiéndome los labios de manera inconsciente mientras te miro a la distancia, siendo cautelosa y prudente frente a los demás, mientras debajo de mi falda una cálida humedad y un intenso palpitar se hacen presentes, me encuentro en entre el bullicio pasando al lado tuyo sin evitar rozar tu cuerpo ligeramente con el mío, haciéndote saber que estoy aquí, solo por ti.

Se que también me observas y estoy segura de todo lo que pasa por tu mente en este momento: imaginas que estamos en la habitación de un motel, con un vehemente sabor a alcohol en los labios, mirándonos con deseo y arrancándonos la ropa de prisa, los besos románticos no fueron diseñados para ti, eres apasionado y escalofriantemente seductor, tomas lo que quieres sin necesidad de forzar a que suceda, porque bien sabes que tienes el don de convencimiento impregnado en tu aroma.

Y es que esa mirada tuya me hace sentirlo más que pensarlo, quieres poseer mi cuerpo, lamer cada rincón de él, empapando con tu saliva lo que ya está anegado desde que nuestros ojos se cruzaron por vez primera, conozco esa postura tuya que tomas cuando la virilidad de tu ser se pronuncia por querer ser liberada y aunque me sonrojo, disfruto mucho al saber que soy yo quien la provoca.

El tiempo corre lento cuando estamos distantes, cuando los cuerpos ajenos nos interrumpen y las voces de alrededor logran desconectar las escenas eróticas que van y vienen de nuestras mentes con una coordinación inigualable: esas donde tu y yo estamos metidos en el jacuzzi estimulando cada sentido, haciendo vibrar cada terminación nerviosa y donde me balanceo sobre tu rígida fuente de placer.

Estoy ansiosa de que  esta absurda reunión con tintes protocolarios se desmorone y se reintegre en el escenario donde la cama destendida de sábanas blancas, teñidas por los ríos de pasión que desbordaron del interior de nuestros cuerpos sea la única testigo de la desenfrenada noche de lujuria que pasamos bajo su cobijo.

Se que al término de la función te vestirás y te irás de nuevo a tu frenética realidad, llena de caos y complejidad, a tu natural entorno rutinario  que sin duda te provocará regresar a mi, porque tú al igual que yo sabes que la verdadera esencia de la vida es la practicidad, esa que solo yo puedo ofrecerte.