La costumbre de ganar
El Atlético de Madrid tiene cerca de 15 años sin ganar en el Santiago Bernabéu, en donde la visita colchonera ya se ha convertido en sinónimo de victoria para el Real Madrid. Durante muchos años, sobre todo en el inicio de la primera década del siglo, el Barcelona también sufría en demasía al visitar el campo del equipo blanco. Las cosas cambiaron un poco con Frank Rijkaard como entrenador, aunque la costumbre de ganar en cualquier campo ante el Real Madrid se hizo costumbre con Pep Guardiola en el banquillo.
Varios clásicos después, este pasado miércoles el Barcelona tuvo que superar una prueba de fuego más ante el Madrid de José Mourinho, quien ha visto en el club catalán actual su máxima pesadilla, en un partido donde defendía su campeonato de Copa del Rey de mayo pasado. La presión del Barcelona recae en la Liga Española, donde se encuentra a cinco puntos del equipo blanco, pese a las diferencias en su juego, por lo que una victoria en la Copa del Rey actual le daría ánimos para lograr la remontada en la liga.
Pero, ante la presión, el cuadro culé demostró sus virtudes una vez más, y evidenció las flaquencias del equipo blanco. Messi, Iniesta, Puyol y Xavi fueron los mejores hombres para Guardiola, quienes lideraron la remontada en el Bernabéu, después de un gran fallo de Pinto que permitió la ventaja inicial del local, gracias a un gol de Cristiano Ronaldo. De ahí en más, el Madrid volvió a atentar contra el futbol arte de los “jugones” catalanes.
La estrella madridista, para mal, fue el portugués Pepe. El pisotón a la mano de Messi demostró su impotencia, generada por el mal partido de los de Mourinho, técnico que ha demostrado en varias ocasiones tener que recurrir al antifutbol para aspirar a la victoria. He ahí el meollo de todo este asunto. Mourinho aspira a ganar la liga este año para justificar un año más en el banquillo madridista, pero su relación con la afición blanca cada vez va a menos. Ya ha sido abucheado por los aficionados del Bernabéu, y ante la presión, el portugués responde con su tradicional desprecio. En un lío similar estaba metido Cristiano Ronaldo, aunque lo más sensato es que ambos entiendan cuál es su lugar en el equipo. Para el Madrid, la afición es un termómetro indiscutido, capaz de derrocar a cualquiera.
Y ante los escasos resultados positivos en este duelo personal con el Barcelona, las caídas han sido muchas y muy duras. Verdaderamente, el Madrid necesita encontrar una estrategia para aspirar a ganarle al Barcelona en esta eliminatoria de Copa, con futbol del gusto de su afición; si no estaremos viendo los últimos meses de Mourinho en el timón blanco, y el inicio de una de las mayores crisis de identidad en la afición madridista.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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