SOCIALIZANDO DATOS

Administrador Colimapm | Opinión | 28/01/2020

POR: Balvanero Balderrama García

balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

LO QUE PODEMOS

Hay muchas cosas y realidades que quisiéramos cambiar. La lista podría ser abundante y, por qué no decirlo, por demás interesante.

Podríamos iniciar observando y enumerando lo que no nos gusta; como ejemplo aquí una lista no exhaustiva: el costo de las cosas, la discriminación, pobreza, inseguridad, desigualdad, feminicidios, abuso de menores, tráfico de personas, la basura, los servicios públicos, la desaparición de personas, la afectación del medio ambiente, la corrupción, maltrato animal, y un largo etcétera.

En el plano individual, también es posible enumerar: el propio ingreso, actitudes negativas, el empleo actual, el físico, la casa, el auto, comer saludable, hacer ejercicio, aprender un idioma, etcétera.

Hay personas que moldean su propio cuerpo; quitan, modifican, agregan. Todo en búsqueda de sentirse bien consigo mismo. Muchos negocios han encontrado en ello su nicho de mercado, utilizando la mercadotecnia, ofrecen productos llamados “milagro” que prometen cambiar nuestra realidad en un santiamén: cremas, tónicos, pastillas, aparatos son ofrecidos enumerando las posibilidades de cambio haciendo énfasis en el poco tiempo y esfuerzo que se requiere.

Esta sensación colectiva de insatisfacción, personal y social, también es aprovechada por instituciones con fines políticos, económicos, sociales. Cambiar para estar mejor.

De este listado, las preguntas podrían ser: ¿qué es lo posible de lo deseable? ¿Qué está a mi alcance?

Sin duda, muchas de las realidades, sociales y personales, que no nos gustan son modificables. Para ello, se requiere acción y darle intencionalidad a esa acción.

Por ejemplo, recientemente el INEGI compartió un dato, simple, concreto, que ilustra: el 57.9% de las personas de 18 y más años en México es inactiva físicamente.

La activación física tiene que ver con la salud; el ejercicio, movilizarte -con intencionalidad-, mejora la calidad de vida. El adquirir el hábito de ejercitarse tiene un impacto en lo personal, pero también en lo institucional: mejora la salud personal y por ello se requiere menos recursos para atender la obesidad y sus consecuencias, por señalar algo concreto.

Mucho es lo que podemos; el todo es mayor que la suma de sus partes; como dice Sabina: …pero dos no es igual que uno más uno... Movilización con intencionalidad, buscando modificar la realidad; y, sin embargo, pienso que hay que empezar por uno mismo.