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La arquitectura, un humanismo que debe acercar a la felicidad: Fernando González Gortázar

Administrador Colimapm | Colima | 14/09/2011

“La arquitectura siempre es una ciencia y una técnica, de vez en cuando es un arte, pero por encima de todo la arquitectura es un humanismo cuya finalidad es la de acercar a la gente a la felicidad posible”, expresó Fernando González Gortázar, uno de los profesionales del ramo más destacados del país, además de urbanista y escultor de igual magnitud.

Estudiantes, profesores e investigadores de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Colima, tuvieron así en esta charla con el relevante invitado, el acto cumbre de las actividades programadas por el aniversario número 28 del referido plantel universitario.

En la Sala del Vitral, que lució al máximo de su capacidad, González Gortázar fue acompañado por el director de la facultad cumpleañera, Luis Gabriel Gómez Azpeitia, la profesora Maricela Becerra y el estudiante José Arellano, quienes participaron como interlocutores con el invitado para propiciar la reflexión y el diálogo con los demás miembros de esta comunidad académica.

Tras ser inquirido sobre el arte abstracto y los criterios necesarios para su apreciación, señaló que el arte, tal como ocurre con otros conceptos como el amor y la belleza, es inefable pues no se puede definir con palabras y tampoco es necesario hacerlo, “el arte no se define, no tienen nada que ver con lo conocido, es una propuesta distinta de lectura de la realidad”.

En busca de posibles definiciones para los conceptos que surgieron en la charla, el escultor retomó a los filósofos platónicos y aristotélicos de la antigua Grecia y posteriormente al padre del surrealismo, André Bretón, quien manifestaba que la belleza “debe ser ‘convulsiva’, pues remueve algo en tu interior y modifica los criterios de lo que ya tenías preestablecido”.

Por otra parte, señaló que para los políticos y tomadores de decisiones, quienes en gran medida tienen entre sus manos el crecimiento de las ciudades, el arte y la belleza son vistos como algo superfluo y de lo que se puede prescindir. Sin embargo, añadió, existen estudios de paleontología que postulan que fue precisamente el arte y la creación del pensamiento simbólico, las características que marcaron nuestra evolución como seres humanos; “el arte es un artículo de primera necesidad. No se puede vivir plenamente si no es en un medio bello y armónico”.

De igual forma, el reconocido esteta puntualizó que el destino del arte es ir un paso adelante de los gustos colectivos, crear ruptura, abrir nuevos espacios y romper con lo establecido. En este sentido, recordó el caso del pintor español Pablo Picasso, quien sufrió el rechazo de algunas de sus obras como la de Las señoritas de Avignon y, pese a eso, con el tiempo fue considerado uno de los mayores artistas del siglo XX.

Enfatizó que este fenómeno se ha dado también en el arte urbano con edificaciones como la Torre Eiffel, por ejemplo, ya que fue mal vista por algunos de los sectores intelectuales en la Francia de finales del siglo XIX, en gran medida por que fue construida con hierro, un material considerado innoble en ese tiempo. Por tanto, dijo, no debía alternar en el paisaje urbano con otras grandes obras arquitectónicas como la Catedral de Notre Dame.

Luego de señalar que el arte urbano contribuye a crear la estructura simbólica de una ciudad y que cada vez dicha estructura se ha ido debilitando por el crecimiento irracional de las urbes, González Gortázar afirmó que la arquitectura debe ser principalmente un servicio que pone a prueba la capacidad de su creador para amar al prójimo y ofrecerle espacios que le procuren felicidad; “ese es el más alto nivel de la arquitectura, la arquitectura como promesa y esperanza de felicidad. No puede haber valores estéticos ni de ningún tipo que la salven si falla en ese objetivo central”.

Finalmente el destacado personaje dijo que todas las necesidades del ser humano, desde las más inmediatas hasta las profundas, deben estar resueltas en una ciudad. “La ciudad debe satisfacer nuestras necesidades de todo tipo, las del cuerpo y las del alma, las individuales y las colectivas. La ciudad es realmente el gran tema de la arquitectura”.

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