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Administrador Colimapm | Opinión | 07/10/2019

POR: Balvanero Balderrama García

balvanero@gmail.com

HÁBITAT

¡Gracias a la Vida!

En la relación ser humano-naturaleza los balances no son muy positivos para la segunda; y, en el horizonte cercano, tampoco para la humanidad. ¿Hay marcha atrás?

Muchos elementos existen para el análisis: contaminación, migración, deforestación, incremento poblacional, alimentos, tránsito… toda actividad que usted considere tiene un impacto en el entorno.

Quizá, solo quizá, la manera en que nos relacionamos impacta y la trasladamos a la forma en que interactuamos con el medio ambiente, con el entorno, con la naturaleza. ¿Negro y blanco? No, matices de grises.

El 7 de octubre, la ONU lo denominó Día Mundial de Hábitat, a fin de: reflexionar sobre el estado de nuestros pueblos y ciudades y sobre el derecho básico de todos a una vivienda adecuada. También tiene la intención de recordar al mundo que todos tenemos el poder y la responsabilidad de moldear el futuro de nuestras ciudades y nuestros pueblos (un.org.es). Los esfuerzos por paliar nuestra huella en el hábitat deben transitar por el actuar de gobiernos corresponsables, comprometidos e interesados, no sólo en su gestión –siempre temporal- sino con una visión de futuro.

La joven activista medioambiental Greta Thunberg, pronunció un ya célebre discurso en la sede la ONU el pasado 23 de septiembre; habló fuerte y claro, entre otras cosas dijo: “La gente está sufriendo, la gente está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el inicio de una extinción masiva y lo único de lo que ustedes pueden hablar es de dinero”. Habló de la decepción que a las y los jóvenes provocan quienes están al frente de los destinos de las naciones y las instituciones globales.

En otro tono, pero con los mismos fines del cuidado al medio ambiente, el Papa Francisco publicó la encíclica Laudato Si (2015); en donde analiza el tema y propone acciones para la preservación de la casa de todos.

Pero además de la responsabilidad social, política y penal que compete a las autoridades en este tema, hay acciones que se deben gestionar desde el hogar, la escuela, las empresas, los grupos primarios de relación. Lo anterior, debe estar reforzado con un sistema estadístico que ofrezca información pertinente, veraz y oportuna que permita la evaluación y la toma de decisiones. El INEGI ofrece una sección en su página web que denomina Medio Ambiente, ahí, en lo que corresponde a Prácticas Ambientales, nos dice que el 43.6% de los hogares separaba la basura ((INEGI, Módulo de Hogares y Medio Ambiente 2017); pero de lo que no lo hacían, el 57.7 por ciento dijo que no la separaban porque: la revuelven cuando la recogen. Mide, también, práctica para ahorrar energía (INEGI, Módulo de Hogares y Medio Ambiente 2017), la acción que tuvo el mayor porcentaje fue: apagar las luces cuando no las necesitan (98.7%) y la menor revisan instalaciones eléctricas (25.5%).

No es un tema menor. Aunque personajes internacionales nieguen lo evidente, es urgente la toma de conciencia porque es el hogar donde vivimos y en el que seguirán viviendo nuestros descendientes, hasta donde lo conservemos habitable.