Colimenses en busca del profesionalismo en el futbol

JULIÁN AGUILAR | Deportes | 01/10/2019

Fotografía: Leonardo Montecillo

*Próximamente habrá más visorías. Furor por pertenecer a Tigres. Gran afluencia de jugadores                                                                

Cientos de niños y adolescentes intentaron cumplir uno de sus sueños, pertenecer a las fuerzas básicas del club de futbol Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, sin embargo, sólo cinco lo lograron.   

El coordinador de visorías de fuerzas básicas del club Tigres, Carlos Guerrero Escalera, estuvo el fin de semana en la entidad para detectar jugadores que pudieran enrolarse a Tigres. El campo 1 de la Unidad Deportiva Gil Cabrera Gudiño, fue el escenario donde futbolistas de entre 17 y 11 años realizaron sus mejores jugadas para intentar sorprender al visor oficial de Tigres. Debido al clima que imperó en la ciudad, sólo el domingo se realizaron las visorías.    

A pesar de que la invitación fue para todos los jugadores que desearan asistir, se observó que la gran mayoría pertenecían al club Villa de Álvarez. Los futbolistas tuvieron poco tiempo para mostrarse en el campo de juego, entre 20 y 25  minutos, por lo que hubo muchas individualidades, nadie quería pasar el balón, principalmente los delanteros. Después del silbatazo final, Carlos Guerrero se acercaba a los jugadores, y les agradecía su esfuerzo en el campo. Posteriormente, daba el nombre del jugador que había sido seleccionado para estar en noviembre en Monterrey. Se pudo ver alegría y desolación en los futbolistas participantes.

Carlos Guerrero explicó que ellos tienen dos visorías nacionales al año en Monterrey, donde concentran a los mejores jugadores que ven en las diferentes ciudades del país. Ahí, los entrenadores de cada categoría los valoran en tres días en noviembre y mayo. Aunque, dijo que si ve a un jugador muy destacado fuera de ese tiempo, lo invita una semana completa a Monterrey, para que el entrenador de la categoría que le corresponde, determine si se queda en Tigres o no. 

Dijo Guerrero Escalera que los futbolistas seleccionados aquí, tendrán que pasar otro filtro, que son los entrenadores de cada categoría en Monterrey. “Yo los acerco, pero cada entrenador y cuerpo técnico se encarga de evaluarlo una semana para decidir si pueden estar con nosotros o deben seguir trabajando para tener una nueva oportunidad”, agregó.

Quien fuera jugador profesional, indicó que casi siempre lo que se detecta en las visorías son delanteros y contenciones, es más difícil encontrar defensas o volantes. Sin embargo, aseguró que en Colima encontró por lo menos un jugador en cada posición.

Con una vasta experiencia como visor, Carlos Guerrero reconoce que evalúa a los jugadores de acuerdo a un parámetro existente del club y por ciertos requisitos que deben tener niños y jóvenes.

“Nosotros como visores nos enfocamos en la técnica, aquel jugador que tiene buena técnica, lleva un camino avanzado contra los demás. Después veo sus actitudes, cómo marca, cómo define. Los juegos aéreos, por ejemplo, que los contenciones tengan mucha técnica para sacar la pelota. Que los delanteros sean fuertes y buenos cabeceadores, que sean contundentes”, aseguró.

Con 12 años de edad, Adán Alejandro Cruz, realizó su mayor esfuerzo en el campo, pero finalmente no fue seleccionado por el visor. Adán reconoció que seguirá intentando llegar a las fuerzas básicas de Tigres u otro equipo profesional. “Me sentí bien en el campo de juego. Continuaré esforzándome en los entrenamientos para quedar en la siguiente visoría”, indicó el incipiente jugador. El lateral derecho dijo que el futbol es un deporte de muchos valores, en el cual existe respeto hacia los compañeros y entrenadores.

Por su parte, Leonicio Cruz, papá de Adán Alejandro, enfatizó que continuará apoyando a su hijo para que cumpla su sueño de jugar y triunfar en el futbol profesional. “Lo vamos a apoyar hasta donde él llegue. Le pido que le eche ganas para la próxima visoría”, indicó el orgulloso papá.  

Otro de los jugadores que acudió a la visoría fue Héctor Rubén Ríos, que con 14 años, mostró sus habilidades como delantero, aunque tampoco fue seleccionado. Héctor reconoció que fue un excelente día para él, a pesar de que no anotó gol. “Debo mejorar en lo físico y seguir entrenando con mi actual club, para probarme en la siguiente visoría”, aseguró el joven que ya tuvo la oportunidad de jugar en el estadio Coruco Díaz de Zacatepec, Morelos.    

El visor reconoció que las fuerzas básicas de Tigres se encuentran bien en la actualidad. Señaló que la exigencia para pertenecer a Tigres es mucha.  “La vara en el club Tigres está muy alta por la calidad de jugadores que hay en Primera División. No es lo mismo la calidad de jugadores que hay en Tigres, que la que existe en otros equipos. Aquel joven que le demos la oportunidad, debe estar sumamente preparado para competir contra jugadores que estén en Primera División”.

Tras un breve paso por Colima, Carlos Guerrero dijo que se va muy contento de lo que vio el domingo. Señaló que hay niños que tienen mucho talento, pero les falta entrenar y tener más técnica para hacer su carrera formativa en el club Tigres.

“Yo vengo a detectar a los buenos, porque me quiero llevar a los buenos a Monterrey. Si son buenos, con su proceso formativo van a ser mucho mejores, por consiguiente, les va tocar debutar con nosotros. Las oportunidades están, pero la vara es alta, la calidad es superior para que debuten”.

Finalmente, agradeció la participación del profesor Javier Cañón Cruz, por la oportunidad de concentrar a jugadores, y así poder detectar el talento que ellos necesitan en el club Tigres. 

Asimismo, Carlos Guerrero mandó un consejo a todos los jugadores que en esta ocasión no fueron invitados a Monterrey: sigan entrenando y mejorando en el campo de juego, regresaré próximamente a Colima por los que destaquen en este tiempo.