EL HUACHICOL Y LA CRISIS DE JUSTICIA

Administrador Colimapm | Opinión | 26/01/2019

POR: Guillermo Montelón Nava

La lucha emprendida por el gobierno federal en contra del robo de gasolina y el saqueo de combustibles, parece que podrá arrojar resultados positivos en virtud del empeño y determinación del presidente de la República, a pesar de las cuestionables acciones que se realizan como adquirir carros tanque sin la licitación que por ley debió realizarse o seguir tolerando a los huachicoleros, al grado de permitir agresiones, incluso contra elementos del ejército.

Aunque a estas fechas el desabasto de gasolina continúa en muchos puntos de varios estados, y se hace el esfuerzo por volver a la normalidad, apreciándose en consecuencia una notable reducción del robo de gasolina, es claro que los criminales no dejarán de afectar los ductos o de asaltar a camioneros que transporten combustible, por lo que será necesario revisar constantemente la estrategia para proteger la distribución y evitar las tomas clandestinas, al tiempo que se hace valer el estado de derecho.

Porque más allá de ese trabajo para garantizar el abasto de gasolina y para evitar el robo, lo que ya es urgente es que se haga efectiva la aplicación de la ley, que se lleven a cabo detenciones y que los ladrones sean vinculados a proceso, cuidando el debido procedimieno para que realmente se les castigue, tarea en la que los juzgadores deben aplicar todo el rigor de la ley en virtud del daño causado a la nación y a la sociedad.

Mientras no haya detenciones y tampoco se informe de acciones legales en contra de los delincuentes, el problema seguirá sin atacarse de fondo, y vaya que criminales hay entre los habitantes de las comunidades cercanas a los ductos, entre los diversos cárteles y organizaciones complejas del crimen, en Petróleos Mexicanos, en su sindicato, entre los concesionarios de gasolinerías, entre empresas transportistas marítimas y terrestres, y hasta entre autoridades estatales y municipales. En esas y otras áreas deberá realizarse un intenso trabajo de investigación para conocer a detalle las redes de robo de combustibles.

Es muy importante que el gobierno federal entienda que, si bien la reconstrucción del tejido social en el país requiere sí, pregonar y predicar la importancia de recuperar y fomentar los valores morales, para que todos tengamos la conciencia tranquila y estemos bien en la salud del alma o en lo espiritual, también es fundamental que se aplique y se haga respetar la norma social que representan las leyes, para que se castigue al que comete un delito y que incluso se apliquen normas más severas, sean de tipo administrativo, económicas y de carácter penal con cárcel, a fin de que realmente se haga respetar el estado de derecho.

En este sentido es urgente que se vuelva a revisar el sistema de justicia y que el estado piense más en los derechos humanos de las víctimas y no solo en los derechos de los delincuentes. Porque la sociedad también ya está harta de la impunidad que se genera al amparo del nuevo sistema de justicia penal, al dejarse en libertad a tantos ladrones, secuestradores, asesinos, extorsionadores y delincuentes en general, aún, cuando hayan sido detenidos en flagrancia, bajo el argumento de fallas en el debido proceso o por ser primo delincuentes o porque a criterio del juzgador no era delito grave.

El combate a la corrupción, sea en el tema del robo de combustibles, en otros delitos o en la impartición de justicia, no podrá ser efectivo mientras se deje todo resquicio para que impere la impunidad o que, por criterios de amor y paz, se siga tolerando a los delincuentes de todo tipo

Bien por el presidente que ha venido mostrando firmeza en la tarea de combatir a los ladrones de combustible y bien por ese interés por terminar de una vez por todas con la corrupción, pero todo eso lo podrá tener verdadera credibilidad cuando también se termine con la impunidad. La tarea ciertamente no será fácil, pero ya es tiempo de empezar y de que se informe a detalle sobre las primeras consignaciones o vinculaciones a proceso y sobre las sentencias a delincuentes y criminales.