PUNTO (.) ROJO

Administrador Colimapm | Opinión | 29/10/2018

POR: J. Baldomero Díaz Gaytán

FLORES MERLO: LA SUPERVIVENCIA FICTICIA

ESTE DÍA, CLARO QUE SÍ MANDO POSTDATAS

Algo anda mal, algo huele mal, algo apesta en la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado. Esta historia empezó la tarde del 11 de octubre en la escuela secundaria estatal Manuel Murguía Galindo, conocida popularmente como “La Muertera”, en donde un centenar de alumnos del turno vespertino se manifestaron, con pancartas, gritos y propuestas, exigiendo “un trato más justo”.

En poder de “Punto (.) Rojo” están los testimonios de varios alumnos del plantel, a quienes por cierto, la supervisora escolar, una mujer de nombre Alejandrina García Farías, ha tratado de callar, violentándoles de manera flagrante su libertad de expresión. Extrañas paradojas del destino, la Secretaría que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de formar buenos ciudadanos, es la que está censurando la voz de los niños, los alumnos, esa parte que en los países del primer mundo representa la razón de ser de todo el sistema educativo.

Ese 11 de octubre los niños se expresaron, hablaron fuerte, hablaron con actitudes y se expresaron de manera valiente. Se quejan de muchas cosas: Primero, es desagradable ver que hay niños del turno matutino que no tienen butaca y reciben clases sentados en el suelo. Segundo, los niños del vespertino exigían que las clases se impartieran recibiendo las diferentes asignaturas en distintos salones de clases, propuesta válida, legítima, si tomamos en cuenta que en Manzanillo la temperatura promedio de los últimos meses ha sido de 40 grados centígrados. Salir cinco minutos y tomar un poco de aire en el intermedio de las clases se entiende, lo dice la lógica, aplica el sentido común, es una medida que no perjudica y sí ayudaría mucho en el esquema de aprendizaje.

Pero la petición más sólida es la referente a que los alumnos querían salir 10 minutos antes de que terminaran las clases en el turno vespertino. Y se entiende, muchos de los alumnos tienen que caminar varios kilómetros para llegar a sus casas, unos lo hacen por el bordo del libramiento de Tapeixtles, otros más caminan por las vías del ferrocarril, incluso hay quienes se van caminando porque tienen su residencia en las colonias ubicadas en la geografía de la comunidad de El Colomo. Insisto, la propuesta de los niños encuadra perfectamente en el esquema de la lógica.

Como suele pasar en estos casos, en la Secretaría de Educación actúan más en el protocolo de las complicidades que en el esquema de resolver los problemas comunitarios. El secretario Jaime Flores Merlo mandó a uno de sus colaboradores, a un tal Vladimir Rodríguez Aguirre, quien cobra como director de Educación Pública pero en su oficina es conocido más por sus discursos misóginos que por su eficiencia en el cargo. Y también estuvo presente la supervisora Alejandrina García Farías, una mujer que está demandada ante la Procuraduría de Justicia del Estado por golpear a una directora y fue despedida de una escuela en la zona norte del estado por agarrarse a golpes con otra maestra.

Se esperaba que en la reunión entre Vladimir y Alejandrina con los maestros hubiera propuestas, diálogo y, sobre todo, respuestas. No las hubo, como suele suceder en estos casos, llegaron a insultar, humillar y ponerles mordaza a los maestros. Obvio, según la reglas de Educación, el que hable, el que denuncie, será sancionado. Qué pena, ya no son los tiempos de antes; ahora, en estas circunstancia, los funcionarios que no cumplen su labor y los que omiten deben de ser sentados en el banquillo de los acusados; ésas son, aunque les moleste a Vladimir y a Alejandrina, las nuevas reglas del juego.

La sociedad tiene derecho a saber, como se dice coloquialmente, “cómo masca la iguana”. Ya pasaron 18 días y no hay respuestas y los niños siguen recibiendo clases en el suelo y siguen alzando la voz y siguen caminando a oscuras por tramos sinuosos.

Esos niños se acercaron a “Punto (.) Rojo” y piden ser escuchados. Yo les doy voz, porque estoy convencido de la legitimidad de sus propuestas. Estaremos al pendiente de que Vladimir, a quien en Educación ya bautizaron como “Mister Misógino”, y la supervisora García Farías no cometen la imprudencia de callar a los niños y a los maestros, que no se les ocurra amenazarlos. Las peticiones de los chiquillos son legítimas, justas y en todo el Círculo de Periodistas Unidos de Manzanillo los vamos a defender.

No tengo ninguna duda de que la respuesta de las más altas esferas del gobierno será contundente. Porque nada ni nadie está por encima de los derechos de los niños, a la educación, pero también, a que el Estado les garantice su seguridad personal.

MIS POSTDATAS DE ESTE DÍA

P. D. 1.- Pero bueno, qué esperamos de la Secretaría de Educación. Hay que recordar hace un par de meses que en la escuela Marcelino Rentería de Salagua, la directora, se negó a recibir los uniformes que había enviado el gobernador del estado. Sin comentarios, son datos duros, simplemente datos.

P. D. 2.- En un mes más habrá elección del nuevo dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Colima, en la sección sexta. Chocarán tres grupos: El de Juan Díaz de la Torre, el de Elba Esther Gordillo y el de la Cnte. Mañana hablaremos de ese tema que es, por cierto, muy interesante.

Y ni una línea más.