BITÁCORA REPORTERIL

Administrador Colimapm | Opinión | 02/10/2018

PEDIR UN CRÉDITO

Se tiene la percepción de que adquirir deuda es malo. Ciertamente, hay que endeudarse con inteligencia. La semana pasada, después de muchos años de reticencia, decidí sacar un crédito en La Marina. Fui, hice los trámites normales y me dieron una capacidad crediticia de poco más de 10 mil pesos.

Con ese techo financiero, me compré una estufa. Creo que el artículo que compré tiene hasta un valor patrimonial: si la cuido me puede durar muchos años y hasta es susceptible a convertirse en esos tesoros familiares que  se heredan y pasan de generación en generación. 

Mi reluciente estufa me costó alrededor de nueve mil pesos. Hubiera sido muy difícil, y hubiera afectado mis finanzas personales, si desembolsara de un golpe esta cantidad, lo que me hubiera descapitalizado. 

Así, con el crédito, pude adquirir lo que yo veo, junto con mis libros, como un patrimonio. Esta historia viene al caso, porque el congreso de estado, la legislatura pasada, le aprobó al gobierno estatal la contratación de un crédito de 410 millones de pesos.

Ahora bien, para que una institución bancaria te dé un financiamiento, tienes que pasar por muchas pruebas y condiciones, particularmente cuando se trata de estas cantidades importantes de dinero.

Lo primero, es que tengas unas finanzas sanas – a mí en la Marina me pidieron documentos que avalaran mi ingreso--. En el caso del gobierno, las buenas prácticas financieras se acreditan con la mejora de las calificaciones crediticias: el gobierno de Ignacio Peralta pasó de una calificación C, en el 2016, a un Triple B más en el mes de septiembre. Ha mejorado, pues, once posiciones en los niveles de riesgo de las agencias calificadoras.

¿Qué representa esto? Pues que el gobierno paga menos intereses bancarios, lo que le permite generar  ahorros y tener una mayor liquidez. ¿Va afectar este financiamiento, este nuevo crédito, las finanzas del estado? No, porque de acuerdo a los indicadores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el gobierno tiene un nivel de endeudamiento sostenible.

Es decir: el techo de financiamiento del gobierno es de más de 900 millones de pesos, y pidió un crédito de 410 millones de pesos, por lo que los bancos y las calificadoras, particularmente, no consideran este endeudamiento como significativo para afectar las calificaciones crediticias. Yo voy a pagar mi estufa con poco más de mil 500 pesos mensuales por cerca de seis meses, para bajar así lo intereses. Y el gobierno va a pagar este crédito de largo plazo a 20 años, desembolsando una cantidad mensual que le permita su pago completo.

Creo que la mejora financiera es, precisamente, para adquirir en las mejores condiciones esta clase de financiamientos, y de esa forma construir obra que tenga un impacto positivo en los colimenses. Así va a ser con la construcción del C51, la compra del terreno donde se ubica aún la vigésima zona militar y equipamiento para la atención de los bebés que nazcan prematuros. Es obra tangible y de beneficio para la población.

Vería mal, en todo caso, que el gobierno estatal fuera un desastre financiero, con pésimas calificaciones crediticias (un default restringido, como estaba en el 2015) y que, a pesar de estos malos resultados, contratara deuda. De entrada, ningún banco le hubiera prestado.

Y, por otro lado, ha disminuido la deuda bancaria a largo plazo: recibió una deuda de 2 mil 805 millones de pesos a diciembre del 2015. Y para agosto del 2018 la bajó a 2 mil 563  millones de pesos, lo que representa una reducción de  241.3 millones de pesos. Más importante, para el 2021, al término de su gobierno, espera dejar la deuda bancaria en 2 mil 617 millones de pesos, ya sumado el nuevo financiamiento de 410 millones de pesos que adquirió el jueves pasado, lo que representa 188 millones de pesos menos de la deuda que recibió al principio de su administración.

Sopesando todos estos elementos, considero que no hay razones para criticar el primer crédito que adquiere este gobierno, en especial cuando va aplicarse para beneficiar a los colimenses, que es el objetivo principal de cualquier gobierno.

DOS PUNTOS

Ahora sí Morena es el amo y señor del congreso local. Tiene mayoría calificada (17 votos) para hacer cambios constitucionales, hacer comparecer al gobernador y quitar nombramientos o ponerlos. No tienen ningún pretexto para no cumplir sus promesas de austeridad. ¿Por cierto, se van a bajar el salario y eliminar las jugosas partidas y beneficios? Antes de cualquier cosa, están las promesas de campaña.