BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 26/09/2018

PERDÓN POR PREGUNTAR

Las preguntas no sólo son la herramienta principal del trabajo de los reporteros, sino que forman parte fundamental del proceso dialéctico, con el cual llegamos a verdades racionales. Por eso, en los Diálogos de Platón, Sócrates siempre andaba de preguntón. Y no es que el filósofo anduviera de mala onda o que buscara hacer enojar a las personas; simplemente quería llegar a un razonamiento correcto.

En el caso de los periodistas, no se buscan objetivos tan trascendentales y filosóficos, pues la intención es fijar un posicionamiento político, generar una opinión con valor noticioso o una información periodística. Y para eso, lo más fácil, es preguntar.

En las entrevistas, como el amor, se necesita de dos para hacerlo. Y preguntar es válido, siempre y cuando los cuestionamientos sean periodísticos. En ese tenor, no hay preguntas buenas ni malas, sólo respuestas incorrectas o acertadas. Quizá lo peor, es no responder.

Por eso preocupa que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, recurra a recursos tan polémicos como decirle “corazoncito” o darles besos a las reporteras ante una pregunta incómoda. Preocupa, porque refleja una pobreza mental insospechada en el futuro presidente de México, que no es capaz  de formular una respuesta, cualquiera que sea ésta. Podría hablar del coral o ponerse a cantinflear –es una hipérbole--.   

Cualquier político que recurra a estos subterfugios –besos y corazoncitos-- para evadir una pregunta y no responder, se le debe censurar. Cada vez con mayor énfasis, quienes conforman el gobierno de transición y sus simpatizantes, vilipendian a la prensa que pregunta cuestiones que, simplemente, no quieren responder. Pero en lugar de guardar silencio, le espetan prensa fifí, vendida y otros adjetivos descalificativos.

Desde el 2000, no existe una prensa acomodaticia como en los tiempos del presidencialismo imperial priista. Y es que con Vicente Fox, Felipe Calderón y con más intensidad Enrique Peña Nieto, siempre hubo reporteros que preguntaron sobre la corrupción, la violencia, la pobreza, los dispendios y excesos de la clase gobernante. Son los mismos que ahora le cuestionan a AMLO diversos temas que le corresponden como futuro presidente de México.

Pero no recuerdo, en ninguno de estos gobiernos, que se haya recurrido a vituperar a los reporteros o a exigirles, como si el periodismo fuera de amor a camisetas, de lealtades futboleras, que eso no preguntaran. Hagamos el siguiente ejercicio reflexivo: ¿qué hubiera pasado si Peña insultara a un periódico en específico o un reportero, como lo ha hecho AMLO? Lo más que dijo fue que a los periodistas no les gusta aplaudir. Y por eso se le censuró en su momento.

Es totalmente necesario que se pregunte sobre los temas de gran trascendencia social. Preguntarle a AMLO si está a favor de la legalización de las drogas no sólo posiciona una postura personal, sino que permite seguir una línea de cuestionamientos para conocer si el nuevo gobierno implementará una nueva estrategia de seguridad que integre la regularización del mercado de estupefacientes, principal fuente de ingreso de los grupos del narcotráfico, catalizadores de la violencia delincuencial en México.

Pero si en lugar de una respuesta hay corazoncitos y besos, difícilmente se podrá establecer una discusión racional en la esfera pública. No está de más, también, que los reporteros les recuerden, a la clase gobernante, sus promesas de campaña y señalen, periodísticamente, sus incongruencias. No se trata de quién le va a quién, como en un clásico futbolero, sino de generar información útil para la sociedad.

DOS PUNTOS

El lunes tendremos en el congreso local nuevos legisladores. En su mayoría son de la coalición Juntos Haremos Historia, conformada por diputados de Morena, PT y PES. Ahora formarán parte de un poder y, por lo tanto, serán gobierno. Para evitarse desazones, harían bien en deponer posturas antisistémicas y beligerantes, que sirven mucho cuando se es oposición, pero que resultan infructuosas cuando forman parte del sistema. Lo que esperamos en el congreso es que haya resultados y se legisle con una conciencia social, con leyes y acciones que beneficien a la población, sin oportunismos electoreros y protagonismos mediáticos.