LA PANGA

MAYAHUEL HURTADO | Opinión | 31/08/2018

ERASE UNA VEZ EL COBRO DEL SERVICIO DE LUZ

La gran mayoría de usuarios del servicio único de energía que se proporciona en el país, refiriéndome en la región occidente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que cuando quiere es una empresa certificada de clase mundial y cuando no es una paraestatal que se abriga en que los costos de energía fueron aprobados por diputados federales y senadores, y están contenidos en nuestras leyes, se aprovechan de la ingenuidad de los usuarios, quienes no tienen la mínima idea de cómo se calcula el cobro de la energía eléctrica; de hecho, nos damos cuenta que paulatinamente el costo se eleva y muy pocas veces disminuye.

A continuación le relataré una historia de un usuario de luz que cuando adquirió su casa pagaba los primeros meses $380 y posteriormente el costo se fue incrementando; claro está que en el mes de diciembre el importe era más elevado y pasó la barrera de los $400, después decidió comprar un aire acondicionado portátil, en la tienda donde lo adquirió le dijeron que una de las ventajas era el bajo consumo de energía eléctrica y dentro de las especificaciones así estaba descrito.

Sin embargo, para esta familia de tres integrantes que no se encuentran en el domicilio de las 7:00 de la mañana a las 15:00 horas, se les fue incrementando el costo de luz y el recibo pasó a los $800, meses después alcanzó los $1700, la familia comprendió que el costo elevado era por concepto de dormir frescos, incluso para economizar luz, todos dormían en una misma recámara para evitar encender más ventiladores y para variar, cambiaron todo el sistema de iluminación que era de focos ahorradores a los conocidos como led, los cuales son del consumo más bajo en el mercado.

Sin embargo, el recibo fue en aumento, varios meses pagaron facturas arriba de los $1500, $1700 y $1800, hasta llegar a los $2700, que ya era un cobro alarmante. Naturalmente que se impactaron por el importe a pagar pero como el horario de trabajo no les permitía ir de 9:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, no pudieron hacer aclaraciones y se tuvo que pagar esa cantidad que era de cifras inimaginables, puesto que en la anterior casa, teniendo un aire acondicionado de los mini split, el costo máximo por recibo de luz fue de $1500 mensuales y esa tarifa se mantuvo durante mucho tiempo, un año para ser exactos.

Regresando al tema del costoso recibo de los $2700 por una casa simple de interés social que aún se debe, la empresa encargada de otorgar servicios de energía eléctrica, que se supone cuenta con la tecnología de punta para brindar los servicios, después de cobrar en dos ocasiones recibos por esta cifra, en el último pago emitió una facturación del servicio por la cantidad de $8900, situación que vino a generar un problema severo al interior de una familia que por las mañanas sólo deja encendido el refrigerador y el filtro de una pecera, y por la tarde enciende una televisión y una computadora, dos ventiladores de techo y sólo las luces necesarias; ya por la noche apaga luces y ventiladores, televisión y computadora, y encienden el clima en una recámara para ahorrar energía; ah, se me olvidaba algo más, cometen el pecado de conectar tres celulares para cargarlos.

Obviamente hablar de $8900 es hablar de un salario para una familia, ¡imagínese usted querido lector, lectora, trabajar para destinar un salario que debería ser para pagar alimentación y otros gastos básicos en la familia! Creo que los cobros aparte de excesivos no son claros y la forma en que realizan el cálculo no corresponde al consumo generado en ese bimestre, le suman lo que usted gasta en seis bimestres y en el sexto llega un cobro alto, que al pedir aclaraciones en las oficinas, se encuentra con personal altamente adiestrado para ganarle cualquier argumento a pesar de que sus respuestas redundantes no aclaren nada.

Total, el usuario llegó con la encargada y cuando pidió explicaciones y que le mostrara su historial de consumo, por arte de magia la computadora se quedó sin internet y después de apagarla y volverla a encender ya no pudo acceder a la información, debido a que el modem estaba fallando.

Cuando la pregunta fue: ¿Hasta este momento, cuál es el consumo que llevo al día de hoy? La respuesta fue no lo sabemos, no contamos con la tecnología para darle esa respuesta y se tiene que esperar a que los que hacen las mediciones pasen como cada bimestre para que lo reporten y usted pueda saber cuánta luz gastó en el bimestre.

Entonces, amable lector, lectora, ¿cómo puede estar certificada una empresa que no cumple con las necesidades y expectativas de sus clientes?, ¿cómo se puede llamar empresa de clase mundial a una compañía a la que un usuario va a exigir le digan porqué gasta esa luz que dice el recibo y en el momento no le pueden decir cuánto va de su consumo?

Creo que este tema dará para mucho más; por lo pronto, si usted considera que le están haciendo un cobro indebido, acuda a las oficinas y hágalo por escrito, le van a enviar a un diagnosticador, que le hará un cálculo extraño de lo que consumen sus aparatos, para que cuadren las cifras y bueno, aunque usted siga las recomendaciones viene la respuesta más dura que recibió esta persona: “Usted va a pagar esta cantidad por varios bimestres porque se encuentra en la tarifa DAC y hasta que no baje su consumo al 25% no le llegará de menos el recibo”.

Cierro con una reflexión: ¿Cuánto paga de luz una tienda de abarrotes, una de conveniencia o unas oficinas? Le aseguro que no gastan la misma luz que este usuario que se siente agraviado por haber destinado el salario de un mes de trabajo al pago de energía eléctrica.

Ojalá que el presidente electo de México dé reversa también a los apartados de la reforma que nos hacen pagar recibos excesivos de luz. Al tiempo.