BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 07/08/2018

EL CÍRCULO VIRTUOSO DE LA EDUCACIÓN

El círculo virtuoso de la educación está formado por las autoridades educativas, los docentes, los estudiantes y los padres de familia. Si uno de estos componentes no está comprometido con la educación, difícilmente se puede llegar a un grado de excelencia educativa. Por eso es importante que el círculo esté completo y que todos los integrantes entiendan a cabalidad cuáles son sus responsabilidades y funciones.

De hecho, las mejores escuelas se caracterizan, precisamente, por tener una buena organización y cooperación entre autoridades educativas, docentes, estudiantes y padres de familia. Un ejemplo es el Cendi 1 Ángela M. Alcázar Ríos, escuela de gran calidad en la enseñanza, donde los padres de familia son docentes, por lo que entienden la importancia de compenetrarse en el proceso formativo, reforzando, en el hogar, los conocimientos y aprendizajes adquiridos en el aula.

Maestros buenos y de calidad hay en la gran mayoría de los planteles, como en el Cendi Ángela M. Alcázar Ríos. Lo que falta es que como padres de familia nos compenetremos más en la educación de nuestros hijos, motivándolos a ser mejores estudiantes, peor sobre todo a entender, de manera filosófica, el porqué es importante adquirir los aprendizajes clave para su formación. Así los sensibilizamos y los hacemos protagonistas –ya no de manera pasiva sino activa-- de la construcción de sus aprendizajes.

Ahora bien, en el caso de las cuotas escolares, debe quedar claro que no forman parte de la organización de la escuela ni de su ámbito administrativo, por lo tanto no pueden ser obligatorias; pueden ser aportaciones voluntarias y que forman parte, muy independientemente, del cumplimiento en el plan de trabajo de la asociación de padres de familia.

Son, sobre todo, acuerdos entre nosotros, los padres de familia, que no deben condicionar, por ningún motivo, la prestación del servicio educativo, ni de la entrega de documentos. Esto quiere decir, que las aportaciones de padres de familia en ningún momento involucran la participación de directores y docentes en las escuelas para la recepción, manejo y aplicación de recursos, aunque sí pueden incidir para que haya  supervisión, transparencia y rendición de cuentas.

Si bien es cierto que hay casos lamentables, la inmensa mayoría de las y los directores de los planteles saben que no pueden condicionar el servicio educativo, ni mucho menos la entrega de documentos por el pago de aportaciones voluntarias. En ese sentido, por ningún motivo se debe entender las aportaciones voluntarias como contraprestaciones del servicio educativo, pues así los dispone el artículo 6 de la Ley General de Educación.

No obstante que la gratuidad de la educación está garantizada, los padres de familia deben sensibilizarse ante las carencias y necesidades de los planteles, y aportar voluntariamente un recurso, que sea adecuado a sus posibilidades económicas y conforme al Reglamento de los Consejos de Participación Social en la Educación y de las Asociaciones de Padres de Familia.

Toda esta normativa ya la contempla la reforma educativa y, particularmente, el nuevo modelo educativo que se implementará en el ciclo escolar 2018-2019. Todo esto es importante para fortalecer el círculo virtuoso de la educación, pero sobre todo para encontrar de manera conjunta la solución de problemas relacionados con la educación de nuestros hijos y el mejoramiento de los planteles.

DOS PUNTOS

Las aportaciones voluntarias, por lo general, son gastos mínimos que se realizan para la compra de accesorios de limpieza o mantenimiento del plantel. El gasto mayor, las inversiones cuantiosas, siempre las ha asumido el gobierno federal y estatal. En este caso, el gobierno de Ignacio Peralta ha invertido 9 millones 500 mil pesos en paquetes de útiles escolares, 36 millones de pesos en el pago anual de energía eléctrica en las escuelas. Ha entregado, además, computadoras, aulas de medios, lentes, libros de texto gratuito, becas (de apoyo a la educación básica de madres jóvenes y jóvenes embarazadas).

Con el programa general de obra de 2016 al 2018 ha mejorada la infraestructura de 417 planteles con una inversión de más de 224 millones de pesos; con Escuelas al CIEN se mejoraron 255 planteles, con una inversión de más de 307 millones de pesos; Escuelas de la Reforma fueron 126 planteles mejorados con una inversión de más de 15 millones de pesos.

Se atendieron además 330 planteles con el programa de Escuelas de Tiempo Completo, cuya inversión fue superior a los 134 millones de pesos; se brindó el servicio de alimentación en 107 escuelas, beneficiando a 13 mil 652 estudiantes; además de que gracias a las gestiones del gobernador, se logró conservar el Programa Nacional de Inglés en 402 planteles, atendiendo 89 mil 691 estudiantes, lo que implicó una inversión de 10 millones 352 mil 990 pesos. Queda claro, pues, que la autoridad educativa cumple con su responsabilidad.