BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 24/07/2018

EL PRESIDENCIALISMO DEL COMPLOT

Me preocupa que mi próximo presidente, desde el poder ejecutivo, asuma una confrontación política con las demás instituciones y poderes. Las últimas declaraciones de López Obrador no se entienden sino es con el objetivo de menoscabar la imagen del INE y del poder judicial, que no son otra cosa que contrapesos del poder ejecutivo. Ya se acabó la campaña, pero pareciera que sigue y se agudiza la guerra de odio, sobre todo en redes sociales, que busca la segregación maniquea entre buenos y malos.

Que nuestro futuro presidente descalifique al INE y declare que la sanción de Morena es una “vil venganza”, no sólo desvirtúa el proceso electoral que lo llevó a la presidencia –de ahí el disparate--, sino que sugiere un rasgo absolutista y autoritario de lo que podría ser la personalidad del próximo gobierno de la república.

El caso del fideicomiso preocupa porque da claros indicios del autoritarismo y arbitrariedad con la que ataca López Obrador un tema meramente jurídico: es una cuestión que se dirimirá en los tribunales y no en los periódicos, muchos menos con mítines en las plazas públicas, plantones o movilizaciones,  recursos que en su momento utilizó nuestro futuro presidente.

¿Por qué si entiende que son los tribunales  los que determinarán la validez de la multa--ya Morena impugnó esta multa de 197 millones de pesos—recurre a la descalificación? Por otro lado, no hay parcialidad del INE, pues en su momento también aplicó multas contra Los amigos de Fox, en el 2000, y los monederos electrónicos, el caso Monex, en el año 2012. Como ahora con Morena, el INE identificó que estos esquemas de financiamientos, paralelos al recurso público otorgado, eran violatorios de la reglamentación electoral.

Tanto Fox como Peña Nieto no descalificaron al INE, sino que sus respectivos partidos pagaron las cuantiosas multas; no se enfrascaron en una discusión política, pues el tema era totalmente jurídico. Y en ese ámbito no cuentan las declaraciones y los adjetivos, sino las pruebas documentales y las evidencias.

En el caso de Morena, lo que queda claro en la resolución INE/Q-COFUFT/93/2018, es que el fideicomiso se creó no para ayudar a damnificados del sismo del 19 de septiembre de 2017, sino para triangular a la campaña dinero ilegal y violatorio de las reglamentaciones electorales. No es que se lo hayan gastado en la campaña, como acusaba el PRI, pero el sólo hecho de crear este fidecomiso se violaba la ley electoral.

Por la gravedad del delito y de la multa, el INE dio vista a la fiscalía de delitos electorales, a la PGR para indagatorias sobre lavado de dinero, al SAT por el tema de los impuestos y a la Comisión Bancaria para congelar operaciones del fideicomiso

López Obrador afirma que el INE aplica medidas draconianas, pero la realidad es que el INE ha sido hasta permisivo con Morena: nunca sancionó a este partido por los actos adelantados de campaña, por lo que aceptó el registro de Andrés Manuel a la presidencia, a pesar de las giras, discursos, videos, notas periodísticas que daban cuenta del proselitismo en su carrera hacia la presidencia de la república. No veo ahí una “vil venganza” del INE.

Creo que a López Obrador le va a costar trabajo entender que ya no será oposición, sino gobierno. Todavía no gobierna, por lo que hace menos factible esta guerra de declaraciones que sólo acelerarán el desgaste de su imagen, máxime cuando se enfrenta a cuestiones jurídicas y no mediáticas.

La guerra en redes sociales, a través de páginas que articulan una intrincada estrategia propagandística, eventualmente tampoco podrán contener el descontento social, producto de las malas decisiones. Ahora la han emprendido contra el poder judicial, reduciendo a los jueces a meros vividores de la administración pública, cuyos salarios de sátrapas condenan al pueblo a la pobreza.

López Obrador no debería desgastarse en mantener una imagen impoluta, de santo entre pervertidos, sino pensar bien cómo cumplirá sus promesas y traerá resultados a la población. El pueblo no quiere un santo a quien adorar, sino un gobierno funcional que, en la medida de lo posible, genere las condiciones de bienestar óptimo a la población.

DOS PUNTOS

Un gobierno de resultados ha sido el de Ignacio Peralta. En dos años redujo el número de crímenes de violencia de alto impacto en más de un 40 por ciento, gracias al operativo Titan. El saneamiento financiero también ha sido patente, al mejorar las calificaciones crediticias, disminuir pasivos históricos, reducir el pago de intereses y generar importantes ahorros, los cuales han permitido reactivar apoyos en becas, pensiones a adultos mayores y construir obras de trascendencia histórica, como la reconstrucción de la Unidad Morelos y la compra de la Campana, donde ahora se desarrolla un parque arqueológico para el disfrute de generaciones y generaciones de colimenses.